La organización terrorista Hezbolá calificó la doble oleada de explosiones de bípers y walkie-talkies en Líbano como una “declaración de guerra” al reivindicar que se vengará de Israel, lo que desató una escalada con choques cerca de la frontera que comparten las naciones.
Hassan Nasrallah, líder de la milicia proiraní, sentenció en un discurso televisado que el rival “traspasó todas las líneas rojas” con una masacre sin precedentes al externar su pésame.
Explicó, de acuerdo con lo publicado por las agencias IRNA y Mehr que la Inteligencia enemiga o Mossad pretendía matar al mayor número de personas en esos dos días sangrientos y en los que murieron 37 personas y unas cuatro mil quedaron heridas, en una franca admisión de que fue un duro golpe y perdió a más de una decena de combatientes por los estallidos de los equipos que, presuntamente, detonaron mediante un mensaje y que se cree fueron fabricados en Hungría, Japón o Taiwán, aunque una firma señalada dijo que pudieron ser falsificados, lo que ya investiga, igual que un Comité técnico islámico.
El mando terrorista acotó que lo hecho equivale a “crímenes de guerra” y parece ser una represalia por el apoyo que Hezbolá brinda a Gaza desde octubre pasado, por lo que advirtió que habrá un “castigo severo” por violar su seguridad y normas internacionales, pese a que Tel Aviv no se atribuyó el sofisticado ataque en el que en dos días seguidos estallaron casi de manera simultánea cientos de equipos de comunicación y su única declaración al respecto es que el saldo podría ser mucho mayor, según fuentes del diario Times of Israel.
No hay duda de que hemos sido expuestos a un gran golpe sin precedentes en nuestra historia a nivel de seguridad y humanitario. Es un acto criminal
y una masacre
Hassan Nasrallah
Líder de Hezbolá
Aunque no adelantó una respuesta, dijo que los suyos están listos para “ataques peores”, pues es consciente de que a Israel lo respalda Occidente, pero añadió que, contrario a lo que cree, el enemigo no hará que dejen de apoyar a la comunidad palestina, al sostener que saldrán “fortalecidos”, pues la agresión es la oportunidad para cobrar a Israel sus crímenes, en un intento de intimidar al pueblo judío. Amago al que se sumó Irán al prometer una respuesta “aplastante” al país que lesionó a su embajador y hace meses mató al líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en su territorio.
Y mientras la región busca recuperarse, Hezbolá reconoció al gobierno y personal médico por los días agotadores al atender a miles con quemaduras y amputaciones, con apoyo de Irán, Irak y Siria, crisis ante la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió que ese sistema evidenció su fragilidad por la “inmensa presión” a 100 hospitales.
Horas después la situación escaló cuando la prensa reportó los primeros cruces aéreos cerca de la frontera.
El grupo criminal alardeó que disparó una oleada de cohetes, pero el rival la frenó con la Cúpula de Hierro y de inmediato respondió y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) derribaron drones y artillería rival y aseveró que degradaría toda su capacidad. Acto que se ratificó al precisar que destruyó 30 de 100 lanzacohetes en infraestructura enemiga, como zonas militares y almacenes de armas, replicando los ataques a Hamas.
No obstante, pese al éxito, el Ministerio de Defensa admitió que sufrió dos bajas por la detonación de explosivos cerca de su frontera norte y ante el riesgo de nuevas oleadas exhortó a su población a resguardarse en refugios antiaéreos luego de que Hezbolá advirtiera que no dejaría que volvieran a sus hogares. Ataques entre los que la agencia de seguridad Shin Bet destapó que frustró un complot iraní para matar a líderes israelíes, pues apuntaban al premier Benjamin Netanyahu, el titular de Defensa, Yoav Gallant, y otros funcionarios.
Le decimos a (Yoav) Gallant y a (Benjamin) Netanyahu que el frente del Líbano no se detendrá hasta que cese la agresión contra Gaza
Hassan Nasrallah
Líder de Hezbolá
Bajo ese escenario, el mundo sigue bajo alerta ante el riesgo de la escalada en Medio Oriente y que pondría en riesgo el intento de una tregua en Gaza, según declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Y, previo a la reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de hoy, Líbano culpó oficialmente a Israel de los ataques mortales. En una carta, a la que tuvo acceso Reuters, exhibió según una investigación preliminar que éste planeó y ejecutó el doble ataque masivo con artefactos que fueron alterados antes de llegar a ese territorio, pero se desconoce cómo y cuándo sabotearon lo que Hezbolá compró cinco meses antes.