Fuerzas ucranianas denunciaron otro golpe genocida del invasor luego de un fuerte ataque aéreo ruso que provocó la muerte de 30 civiles, mientras siguen los bombardeos contra hospitales, escuelas e infraestructura energética.
En medio de los rescates tras la peor oleada rusa en lo que va del 2023, soldados de Volodimir Zelenski confirmaron que en las últimas horas recuperaron 30 cadáveres entre los escombros de un edificio destruido por el ejército de Vladimir Putin el pasado 14 de enero, pero sigue la búsqueda, pues estiman que decenas de personas siguen atrapadas en lo que queda de un inmueble de nueve pisos, muy lejos de bases militares que el rival prometió destruir, de acuerdo con el presidente y el gobernador regional, Valentin Reznichenko.
Ante la tragedia, el alcalde Boris Filatov tachó uno de los peores ataques tras semanas de reducción de bombardeos masivos como actos genocidas al advertir que podrían caer otros inmuebles tras ser alcanzados por un misil ruso KH-22, de entre más 30 que lanzó el Kremlin, aunque 20 de éstos fueron eliminados. Por ello, desalojan a cientos de vecinos, a quienes les buscan refugio aunque admiten que no hay zona segura, pues el líder del Consejo regional de Dnipro, Mikola Lukashuk, reportó 72 departamentos destrozados y daños en más de 200.
Incluso, mandos civiles y militares comparan este escenario con los primeros ataques de un conflicto en el que los enemigos redoblan constantemente su estrategia, debido a que en 326 días no han doblegado a la resistencia y recurren a cada vez más fuerza letal ante la ayuda que reciben las tropas ucranianas.
Militares señalaron que hay regiones en las que la amenaza cada día es peor, pues el rival extiende el rango de ataque para golpear varias ciudades simultáneamente, provocando decesos, entre ellos el de una niña de 15 años, y 81 heridos, como 14 menores de edad, de los que seis fueron sacados entre los escombros. De ese total, al menos la tercera parte fue hospitalizada, y más de 10 de éstos se reportan en condición grave.
Al evaluar la situación, Zelenski aseveró que estas vidas fueron arrebatadas de nuevo por el terror ruso y que trabajan a contrarreloj para hallar a sobrevivientes, por lo que urgió a sus aliados a no permanecer indiferentes y más que condolencias garantizar acciones contra el responsable de estas muertes pues, “es muy importante que la gente normal se una a la respuesta al terror”, ante lo que Moscú resaltó que alcanzó sus blancos y Europa recriminó nuevos hechos “inhumanos” dirigidos contra la población.
Según la última actualización, Zelenski explicó que aún se desconoce “el destino de más de 30 personas que podrían haber estado en casa al momento del impacto de los misiles terroristas”, por lo que garantizó que se extenderán las labores de rescate, pues aseveró a través de su cuenta de Facebook que, aunque la esperanza sea mínima, los socorristas continuarán, pues la prioridad es luchar por cada vida y según medios locales se escucharon gritos entre los escombros, aunque dicen que es posible que más víctimas se sumen a la lista de decesos.
Asimismo, Zelenski compartió imágenes de este acto de terror donde los bomberos cargan a sobrevivientes en brazos o laboran de noche con temperaturas congelantes para sacar en bolsas a quienes perecieron en el bombardeo, mientras con grúas retiran parte de los escombros.
En tanto, en otra imagen publicada por el mandatario se observan departamentos destrozados y edificios entre los que sólo quedan huecos de lo que antes de la guerra eran departamentos, hecho del que líderes aseguraron que el mundo es testigo con nuevas atrocidades y crímenes de Rusia contra un inmueble que era refugio de cientos de familias.
Y el rival no desiste de sus ataques, pues siguen los feroces combates en puntos como Soledar y Bajmut, donde sólo en las últimas 24 horas contabilizaron 234 taques, según un vocero del comando de fuerzas en la zona oriente.
Además, explicaron que departamentos no son la única infraestructura atacada el fin de semana, pues según el diario Ukrinform en las últimas horas también bombardearon hospitales, como un centro de rehabilitación para niños con discapacidad, escuelas e instalaciones de la Cruz Roja en Jerson.
Al respecto, el mando militar de la zona, Kirilo Timoshenko, acusó que en uno de los ataques los rivales causaron un incendio en la Cruz Roja, a casi un mes de golpear ese mismo inmueble. Por separado, líderes de empresas energéticas admitieron que el país enfrenta un déficit en la materia por nuevos ataques que impiden las reparaciones que comenzaron en diciembre pasado para garantizar la electricidad a toda la población.
En tanto, el Kremlin acusó que ellos también sufren bajas al denunciar el asesinato de al menos tres personas en Belgorod, cifra inferior a las bajas causadas contra los invadidos, en medio de nuevas críticas y adelantos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre más envíos de equipo y material militar a Kiev al admitir que la guerra llegó a una fase crucial.