La policía dispersó con bombas lacrimógenas a cientos de manifestantes que exigían en la capital de Perú la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, presionada por protestas que se han centralizado en la ciudad bajo el lema la “Toma de Lima“, en desafío al estado de emergencia.
En tanto la cifra de muertos en enfrentamientos en poco más de un mes de protestas se elevó a 43 en el país, luego de que una mujer de 35 años murió tras un impacto de “arma de fuego” en la localidad de Macusani, en Puno, frontera con Bolivia. La mujer recibió un balazo en la cabeza, según imágenes de medios locales.
Manifestantes antigubernamentales, principalmente de las regiones del sur de Perú, llegaron a Lima para realizar una protesta y un paro nacional, luego de una ola de choques en las últimas semanas que han dejado decenas de muertos, entre ellos un policía.
La policía elevó esta semana la vigilancia de las carreteras de ingreso a Lima tras la partida desde distintas regiones del interior del país de autobuses con manifestantes hacia a la ciudad, que suspendió sus festejos por los 488 años de su fundación.
“No queremos más muertes, no queremos más heridos, basta de sangre, basta de enlutar a las familias del Perú”, dijo a periodistas el ministro de Interior, Vicente Romero, en una invocación para que las protestas se realicen de forma pacífica.
En las protestas se demanda además el cierre del Congreso, una nueva Constitución, elecciones generales anticipadas rápidas y la liberación del expresidente izquierdista Pedro Castillo, quien fue destituido y arrestado el 7 de diciembre tras intentar disolver de forma ilegal el Congreso.
Además de las muertes en enfrentamientos con la policía, otras 9 personas han fallecido -una de ellas el miércoles– en accidentes de tránsito relacionados con las manifestaciones.
El representante de la Defensoría del Pueblo de la región norteña de La Libertad, José Luis Aguero, dijo al diario local La República que una mujer de 51 años murió por un paro cardíaco porque no fue atendida rápido debido al bloqueo de una vía.
Asimismo, una adolescente gestante no llegó a tiempo a un hospital por otro bloqueo y “su neonato de 28 semanas” falleció.
Estudiantes de la estatal Universidad de San Marcos tomaron parte de la casa de estudios y dejaron ingresar en la madrugada del miércoles a decenas de manifestantes que habían llegado a la ciudad, según la televisión local.
“El motivo es centralizar todo este movimiento aquí en Lima, que es el corazón de Perú, para ver si se conmueven”, dijo Domingo Cueva, un manifestante dentro de la universidad. “El objetivo es sensibilizar a Lima, porque Lima no es el Perú”.
La Federación Universitaria de San Marcos solicitó por Facebook ayuda a la comunidad estudiantil y público en general con donaciones “para cubrir con la alimentación y alojamiento de nuestros compañeros que se encuentran en pie de lucha”.
En el distrito de Pucusana, a unos 60 kilómetros al sur de la ciudad de Lima, un cordón policial detuvo a decenas de vehículos para un control de sus ocupantes, según imágenes de la televisión local y publicaciones en las redes sociales.
En la noche del martes, la policía se enfrentó en el centro de Lima con cientos de manifestantes que llegaron en los últimos días del distrito de Chota, de la región de Cajamarca, donde nació y vivió Castillo antes de llegar a la presidencia. (Reuters).