Kiev pasa noche tranquila; Rusia aumenta tensiones

El presidente ruso Vladimir Putin intensificó drásticamente las tensiones con Occidente al elevar el nivel de alerta de sus fuerzas nucleares, pero las explosiones y los disparos que se habían registrado desde el inicio de la invasión bajaron de intensidad durante la noche en la capital ucraniana luego que la operación militar del Kremlin ha encontrado una firme resistencia en un ejército de menor tamaño.

En tanto, el asediado presidente de Ucrania acordó reunirse con Moscú y las naciones de Occidente planearon el envío de armas y otros suministros a los defensores del país.

Señalando «declaraciones agresivas» por parte de la OTAN y las devastadoras sanciones financieras, Putin ordenó el domingo elevar el nivel de preparación de las armas nucleares rusas, lo que desató temores de que la invasión a Ucrania derive en una guerra nuclear, ya sea por diseño o por error.

El mandatario ruso «posiblemente esté poniendo en juego fuerzas que, de haber un error de cálculos, pueden volver esta situación mucho más peligrosa», dijo un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos que habló bajo condición de anonimato a fin de discutir operaciones militares.

La directriz de Putin se produce en momentos en que las tropas rusas han encontrado una firme resistencia de los defensores ucranianos. Hasta el momento, Rusia ha sido incapaz de controlar por completo el espacio aéreo ucraniano a pesar de los avances en todo el territorio. Funcionarios estadounidenses creen que la invasión ha sido más complicada y lenta de lo que el Kremlin tenía previsto, aunque todo ello podría cambiar si Moscú se adapta a las condiciones.

El conflicto, aparentemente más tranquilo durante la noche del domingo que en noches anteriores, podría cambiar significativamente si Rusia recibe ayuda militar de la vecina Bielorrusia, que se anticipa que envíe tropas a Ucrania incluso el lunes, según un alto funcionario estadounidense de inteligencia con conocimiento directo de las evaluaciones de inteligencia de su país que habló bajo condición de anonimato al no tener autorización para tocar el tema de manera pública. El funcionario dijo que el ingreso de Bielorrusia al conflicto dependerá de las negociaciones entre Rusia y Ucrania de los próximos días.

En medio de la creciente presión, naciones de Occidente dijeron que incrementarían sus sanciones y adquirirán y entregarán armas a Ucrania, incluyendo misiles Stinger para derribar helicópteros y otras aeronaves. Países de Europa también proporcionarán aviones de combate a Ucrania, informó el titular de política exterior de la EU, Josep Borrell.

En tanto, el despacho del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy anunció planes para una reunión con una delegación rusa en un sitio no revelado en la frontera con Bielorrusia.
De momento se desconoce cuándo se producirá la reunión ni los objetivos del Kremlin, ya sea en esas negociaciones o en su guerra en Ucrania. Funcionarios de Occidente creen que Putin quiere derrocar al gobierno ucraniano y remplazarlo con un régimen propio que le permita a Moscú recuperar su influencia sobre el país como en la era de la Guerra Fría.

Los desarrollos cambiantes se producen en momentos en que se reportaron combates intermitentes en Kiev. También hay escaramuzas en la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkiv, y en puertos estratégicos del sur de Ucrania que se encuentran bajo ataque de las fuerzas rusas.

Para la tarde del domingo, las fuerzas rusas habían tomado Berdyansk, una ciudad de 100.000 habitantes en las costas del Mar de Azov, según Oleksiy Arestovich, asesor de la presidencia. Las tropas rusas también avanzaban hacia Jersón, otra ciudad en el sur de Ucrania, mientras que Mariúpol, un puerto en el Mar de Azov y considerado uno de los principales objetivos rusos, sigue «resistiendo», dijo Arestovich.

Mientras las tropas rusas se aproximan a Kiev, una ciudad de casi 3 millones de habitantes, el alcalde de la capital expresó sus dudas de que se pueda evacuar a la población civil. Las autoridades han estado entregando armas a todo aquel que esté dispuesto a defender la ciudad. Ucrania también está liberando a prisioneros con experiencia militar que quieren luchar por el país, además de capacitar a las personas para fabricar bombas incendiarias.

En Mariúpol, donde los ucranianos intentaban repeler una ofensiva, un equipo médico de un hospital de la ciudad intentó desesperadamente revivir a una niña de seis años con pijama de unicornios que resultó herida de muerte en un ataque ruso.

Durante el intento de rescate, un doctor que bombeaba oxígeno a la niña, volteó directamente a la cámara de The Associated Press.