La Unión Europea (UE) abrirá a partir del 1 de julio sus fronteras exteriores, cerradas desde mediados de marzo por la crisis de coronavirus, a catorce países considerados “seguros”, entre los que no figuran Estados Unidos, Brasil o Rusia.
Los Estados miembros aprobaron por mayoría cualificada este martes esa lista inicial, que irá revisándose cada dos semanas en función de la evolución de la pandemia.
En el listado de los países “seguros”, cuyos residentes podrán viajar a la UE, figuran Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Tailandia, Túnez y Uruguay.
China será incluida también si permite a su vez entrar en su territorio a los ciudadanos europeos.
Lo adoptado hoy es solo una “recomendación” que anima a los Estados de la UE a levantar las restricciones, pero los residentes de los quince países de la lista no tienen la entrada garantizada, ya que cada Estado miembro es competente en materia de fronteras y puede decidir si mantiene el veto
Tampoco se aplicará en Irlanda y Dinamarca, que tienen sus propias normas en el ámbito de las fronteras.
Los criterios para determinar los terceros países para los que las restricciones de viaje deben ser levantadas tienen en cuenta la situación epidemiológica y las medidas de contención, incluida la distancia física y consideraciones económicas y sociales.
Cada país deberá en particular contar con una situación “similar o menor” que los de la UE en cuanto a casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y una tendencia de infecciones estable o a la baja, también tomando en consideración las dos semanas previas.
Asimismo se analizarán aspectos como las pruebas, vigilancia, el rastreo, la contención y el tratamiento de los casos de coronavirus, así como la fiabilidad de la información.
Otro elemento a tener en cuenta será la reciprocidad en la apertura de las fronteras.