Trump, un «presidente filisteo»: Robert de Niro al recibir la Palma de Oro

Francia. El Festival de Cannes inauguró este martes su 78 edición con una dura crítica del actor Robert de Niro al presidente Donald Trump y un emotivo homenaje a una fotoperiodista palestina ultimada en Gaza y protagonista de un documental que se estrena en el certamen.

La política volvió al primer plano de un festival que siempre ha abierto sus puertas a las reivindicaciones de la comunidad del cine.

En Estados Unidos «estamos luchando encarnizadamente por la democracia», proclamó De Niro, quien a sus 81 años y tras una larga carrera que incluye dos Oscar recibió una Palma de Oro honorífica en el Palacio de los Festivales con el público en pie.

«El arte es inclusivo, une a la gente, como esta noche, busca la libertad, incluye la diversidad», proclamó el actor, que recibió el premio de manos de Leonardo DiCaprio.

«Por eso somos una amenaza para los autócratas y fascistas de este mundo», prosiguió De Niro, quien calificó a Trump de «presidente filisteo».

Aranceles a producciones

Crítico sin piedad de Trump, que le devuelve sus pullas con tuits personalizados, De Niro reafirmó sus convicciones en un momento de preocupación en el sector audiovisual, ante el anuncio de magnate republicano hace una semana de aranceles de 100 por ciento a las producciones cinematográficas realizadas fuera de Estados Unidos.

De Niro nació en agosto de 1943 en el barrio italiano de Nueva York; su padre y su madre eran migrantes y pintores. Estadunidense por nacimiento, tomó la ciudadanía italiana en 2006. Creció en un ambiente bohemio y comenzó a actuar a los 16 años, inicialmente en el teatro. Su primer rol en la gran pantalla fue en The Wedding Party (1969), de Brian de Palma, seguido de Mamá sangrienta (1970), de Roger Corman. Los roles de malhechor le han dado fortuna y han contribuido a su leyenda.

De Niro acostumbra interpretar a la perfección esos papeles de tono siniestro, amenazador y cauteloso, en contraste con la impredecible furia que exhibía cuando era más joven, en películas legendarias como Calles peligrosas. Esa cinta de 1973 fue la primera de sus 10 colaboraciones con Scorsese. Con Francis Ford Coopola rodó El Padrino (parte II, 1974). El director eligió a De Niro para interpretar a la versión joven del ficticio patriarca de la mafia, Don Corleone, que en la primera entrega fue encarnada por Marlon Brando.

Si desarrollar un personaje hecho famoso por Brando era intimidante, De Niro no dejó que afectara a su trabajo como el joven Vito Corleone, que le dio su primer Oscar como actor de reparto. Ganó nuevamente en 1981 por su interpretación del boxeador Jake LaMotta, en El toro salvaje, también de Scorsese.