El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que la imposición de aranceles recíprocos globales traerá cambios que “no será fácil” afrontar, pero que sus resultados serán “históricos”.
A través de una publicación en la red social Truth, el mandatario aseguró que esta medida económica es parte de una “revolución económica”, la cual traerá riqueza y prosperidad al país a pesar de las dificultades iniciales.
Además, el presidente justificó la medida al argumentar que “muchos países” habían “tratado mal” a Estados Unidos.
Particularmente, se refirió a China, que el viernes anunció aranceles a los productos estadounidenses en respuesta a las tarifas que la Casa Blanca le impuso, las cuales, en suma, alcanzaron el 54 por ciento. A propósito, dijo que la potencia asiática se vio mucho más afectada por esta medida que lo que sufrió su país.
“China se ha visto mucho más afectada que Estados Unidos. Ellos, y muchas otras naciones, nos han tratado insosteniblemente mal. Hemos sido el tonto e indefenso, pero ya no. Estamos recuperando puestos de trabajo y empresas como nunca antes. Ya hay más de CINCO TRILLONES DE DÓLARES DE INVERSIÓN, ¡y subiendo rápidamente!”, escribió Trump en la red social.
“ESTO ES UNA REVOLUCIÓN ECONÓMICA, Y GANAREMOS. RESISTAN, no será fácil, pero el resultado final será histórico. Lo haremos, ¡¡¡HACER A AMÉRICA GRANDE DE NUEVO!!!”, abundó.
El 2 de abril, bajo el lema de ser un “Día de Liberación Nacional” para Estados Unidos, el presidente Donald Trump impuso aranceles a 185 países de todos los continentes, con el objetivo, explicó, de equilibrar las barreras comerciales impuestas por estos a su nación.
La medida se basa en la imposición de un arancel base del 10 por ciento a todos los bienes importados desde cualquier país del mundo. A estos, se suma un arancel específico para cada país, basado, según Trump, en las barreras comerciales que cada uno impone a las exportaciones estadounidenses.
Así, entre los países más afectados se encuentra China, al que se le impusieron aranceles del 34 por ciento, además del 20 por ciento existente, lo que, en suma, se tradujo en tarifas del 54 por ciento.
En respuesta, China aplicó aranceles del 34 por ciento a las importaciones de Estados Unidos. Además, impuso controles a las exportaciones de siete elementos de tierras raras y agregó a 27 empresas estadounidenses a su lista de “entidades no fiables”.