El premier de Canadá anunció su salida debido a diversas “batallas”, enfrenta baja popularidad y un entorno tenso por amenazas arancelarias.
Luego de disputas internas con su gabinete y en medio de las amenazas comerciales del presidente electo Donald Trump, ayer el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció su renuncia al cargo.
Justin Trudeau renunció no sólo como líder del Partido Liberal sino también al cargo como primer ministro de Canadá al reconocer que “ya no le hace bien” a su nación ante la parálisis en el Parlamento, pese a los esfuerzos que ha hecho por el bien de los canadienses.
“Hemos visto una lucha al interior del partido, yo he cumplido con mi país y he tomado esta decisión pensando en el bien del país, en nuestra democracia y de pronto me pareció claro que yo ya no debo ser un candidato a primer ministro para las próximas elecciones. Yo soy un combatiente y no me echo atrás ante una batalla, pero a mí siempre me han movido, antes que nada, mi amor por esta patria, al pueblo canadiense, siempre he antepuesto los mejores intereses de esta nación”, dijo en conferencia de prensa.
Trudeau dijo que su dimisión al cargo de primer ministro de Canadá, cargo que ostenta desde 2015, se hará efectiva una vez que el Partido Liberal elija a su sustituto.
“Renunciaré una vez que el país haya elegido al líder que dará pie a un riguroso proceso de elección nacional. Ya pedí al nuevo líder del partido que dé pie al proceso”, comentó.
Sin embargo, pese a la salida, todavía no está claro cuánto tiempo permanecerá en el cargo como primer ministro interino.
El líder canadiense explicó que, después de conversar con su familia, llegó a la conclusión de que si tiene que luchar en “batallas internas”, no es el mejor candidato para las elecciones que del país norteamericano.
“Este país merece una opción real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones”, dijo.
De hecho, Trudeau dijo que la carrera por el liderazgo liberal será “un proceso competitivo sólido y a nivel nacional”.
Eso significa que Trudeau continuará gobernando Canadá cuando el presidente entrante de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, asuma el cargo 20 de enero.
Con la decisión del primer ministro canadiense, el Parlamento aplicó una figura conocida como prórroga, activa hasta el 24 de marzo próximo, lo que permitirá que el gobernante Partido Liberal evite una moción de censura y pueda elegir un sustituto de Trudeau.
De hecho, el todavía mandatario hizo el anuncio unos días antes de la reunión prevista esta semana del comité del Partido Liberal.
Tras el reporte del premier, reaccionó el líder conservador Pierre Poilievre, en el que acusó que “nada ha cambiado”.
“Todos los diputados liberales y contendientes por el liderazgo apoyaron todo lo que hizo Trudeau durante nueve años, y ahora quieren engañar a los votantes cambiando otra cara liberal para seguir estafando a los canadienses durante otros 4 años, igual que Justin”, escribió Poilievre en X.
Trudeau y la caída de su popularidad
Justin Trudeau, de 53 años, asumió el cargo en noviembre de 2015 y ganó la reelección dos veces, convirtiéndose en uno de los primeros ministros con un mandato más largo de Canadá. Sin embargo, su popularidad comenzó a caer hace dos años en medio de la ira pública por los altos precios y la escasez de viviendas, y su imagen nunca se recuperó.
Los sondeos muestran que los liberales, partido al que pertenece Trudeau, perderán frente a los conservadores en unas elecciones que deben celebrarse a finales de octubre, independientemente de quién sea el líder.
El Parlamento debía reanudar sus actividades el 27 de enero y los partidos de la oposición habían prometido derrocar al gobierno tan pronto como pudieran, probablemente a finales de marzo. Sin embargo, Trudeau anunció que el Parlamento regresará hasta el 24 de marzo, por lo que lo más pronto que podrían presentar una moción de censura sería en mayo.
Hasta hace poco, Trudeau había podido mantener a raya a los legisladores liberales preocupados por la mala imagen en las encuestas y la pérdida de escaños seguros en dos elecciones especiales celebradas el año pasado.
Pero las peticiones para que se haga a un lado aumentaron desde el mes pasado, cuando trató de degradar a la ministra de Economía, Chrystia Freeland, una de sus aliadas más cercanas, después de que ésta se opuso a sus propuestas de aumentar el gasto.
Freeland renunció y escribió una carta acusando a Trudeau de “trucos políticos” en lugar de centrarse en lo que era mejor para el país.
La gestión concluyó entre tropiezos
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llegó al cargo en noviembre de 2015, coincidió con líderes como Barack Obama y Angela Merkel. Hoy es el mandatario del G7 con más tiempo en el poder.
Desde entonces, y a lo largo de dos reelecciones, Trudeau y su marca se han convertido en un “lastre para la suerte del partido”, según un análisis publicado por la cadena BBC ayer.
Entre los escándalos de su gestión está un caso de conflicto de intereses en el manejo de una investigación de corrupción (el caso SNC-Lavalin) y viajes de lujo a las Bahamas.
En 2020, fue señalado por elegir una organización benéfica ligada a su familia para administrar un programa federal.
Además, Trudeau hizo de Canadá el segundo país del mundo en legalizar el consumo de mariguana, introdujo la eutanasia e impuestos a la emisión de carbono para frenar la crisis climática.
Hasta ahora, se desconoce cuánto tiempo seguirá en el cargo.