El empate del cuadro de las Barras y las Estrellas en su debut en Qatar 2022 dejó grandes puntualizaciones a los demás integrantes del Grupo B en la Copa del Mundo (Inglaterra e Irán), pues la escuadra de Gregg Berhalter sorprendió a su similar de Gales con un joven Timothy Weah como una de las figuras a seguir del equipo de EEUU.
El joven nacido en Nueva York, EEUU parte como la cabeza de la nueva camada de futbolistas en el equipo estadunidense, sin embargo, su techo como jugador de fútbol está muy lejos aún, de lo que puede demostrar de cara al futuro, tal y como ha sido desde su debut con el representativo de las Barras y las Estrellas en marzo de 2018 en la victoria de Estados Unidos 1-0 sobre Paraguay.
Timothy Weah quien convirtió su primer gol con EEUU ante Bolivia quiere escribir su propia historia futbolística, pero no puede separarse del legado enorme que ha dejado su progenitor en el deporte más popular del Mundo, pues Tim es hijo de George Weah, presidente de la República de Liberia y el único africano en ganar el Balón de Oro en 1995 cuando vestía los colores del Milán,
Caso contrario al que se han enfrentado miles de futbolistas la vida de Timothy, como la de sus hermanos mayores George Jr y Tita, no sufrió carencias de ningún tipo. Tim heredó de su padre el amor por el fútbol y, desde muy pequeño, supo que lo suyo estaría vinculado con el deporte que le ha dado grandes glorias a su familia.
Su destreza física y con el balón siempre le valieron elogios, incluso de su padre que siempre estuvo atento a la proyección de su hijo desde que nació. Sus inicios se dieron en el Rosedale Soccer Club, un club que era propiedad de Michael Weah, el tío de Timothy, mientras que su padre militaba en el Milán y tiempo después en el Chelsea de la Premier League.
A los 10 años, el joven pasó al club de la Academia de Desarrollo de Fútbol de Estados Unidos, donde jugó durante tres temporadas. Con 13 años fue transferido a la academia New York Red Bulls, época en la que, además, tuvo una prueba con el cuadro Blue donde militó su progenitor.
En 2014 se mudó a la Academia del PSG, años más tarde carrera llevó a la dirigencia del club parisino a ofrecerle un contrato a partir de junio de 2017. Sin embargo, tras un club lleno de estrellas como Neymar (su ídolo) o Kylian Mbappé, se vio forzado a salir de la institución de la capital francesa.
“Tomamos la decisión con mi madre de fichar en París porque mi padre había jugado allí, porque yo tenía familia allí y porque sabía que el presidente era una buena persona. Siempre quise jugarlo. Cuando llegué, estaba Zlatan, Di María, Thiago Silva. Jugadores que vi en la televisión. Para mí fueron modelos a seguir”, contó en su momento.
Acto seguido decidió pasar a préstamo al Celtic de Glasgow, en ese entonces llegó su primer acercamiento con la Selección Mayor de los Estados Unidos, donde ya había participado en el Campeonato Sub-17 de la CONCACAF y la Copa Mundial Sub-17.
Después de sus grandes apariciones fue vendido al Lille donde actualmente figura como uno de los inamovibles del cuadro de Paulo Fonseca.