Serbia ordenó el lunes a sus fuerzas de seguridad emplazadas en la frontera con Kosovo a estar “totalmente listas para combatir”, haciendo caso omiso a las exhortaciones de la OTAN para apaciguar las tensiones entre ambas naciones balcánicas.
El ministro del Interior de Serbia, Bratislav Gasic, dijo que ordenó que la policía y otras unidades de seguridad estén completamente “listas para combatir” y que sean puestas bajo el mando del jefe del Estado Mayor del Ejército, según “su plan operativo”.
En un comunicado, señaló que actuó por órdenes del presidente serbio Aleksandar Vucic, de forma que “se tomen todas las medidas para proteger al pueblo serbio en Kosovo”.
Por el momento no estaba claro qué significaba su orden en el terreno, ya que los soldados serbios han estado en alerta desde hace tiempo en la frontera con Kosovo. Algunos funcionarios alegan que ha habido presunto hostigamiento a serbios en Kosovo por parte de albaneses, que son mayoría en esa provincia separatista que se proclamó independiente en 2008.
Horas antes el lunes, fuerzas de paz encabezadas por la OTAN dijeron que estaban investigando un tiroteo en una región del norte de Kosovo, y exhortaron a mantener la calma mientras altos oficiales militares de Serbia pasaban revista a sus fuerzas en la frontera en una demostración de preparación para el combate.
El incidente del domingo por la noche ocurrió en Zubin Potok, un poblado donde serbios locales han estado erigiendo bloqueos de caminos en las últimas dos semanas y en el que ha habido fuertes tensiones.
Las fuerzas de paz, conocidas por su acrónimo KFOR, indicaron que el incidente ocurrió cerca de una de sus patrullas e involucró a personas. En un comunicado se informó que no había heridos y se dijo que “estamos trabajando para determinar todos los hechos”.
El ministro de Defensa de Serbia y el jefe del Estado Mayor del Ejército acudieron a la frontera con Kosovo, donde elogiaron la preparación de los soldados serbios para combatir y su poder de fuego, el cual incluye obuses y otras armas. Serbia, cuyo armamento proviene de donativos rusos y adquisiciones militares, ha estado amenazando desde hace tiempo con usar la fuerza en contra de su exprovincia.
