Ciudad de México. La presidencia del Senado rechazó la violación de derechos humanos que se ejercer en California, Estados Unidos, con el pretexto de detener a migrantes, e hizo un llamado al gobierno estadounidense a evitar todo acto de represión, así como a rectificar su política “injusta y arbitraria” contra estas personas que suman millones.
Resaltó que a través del diálogo y el acuerdo se pueden resolver las tensiones sociales creadas por la administración Trump, quien hoy día “está dando la espalda a la esencia” de su Declaración de Independencia.
Gerardo Fernández Noroña, presidente de la cámara alta, externo su solidaridad con los migrantes en general y en especial hacia los compatriotas, que en estos momentos defienden sus derechos allende las fronteras.
En un comunicado, destacó que el gobierno de los Estados Unidos ha desatado redadas que violan la dignidad de las personas y los derechos humanos más fundamentales. Sin orden de detención alguna, sin mandato judicial que sustente esa medida, cientos de migrantes han sido detenidos y encarcelados sin proceso legal alguno.
Eso ha generado una respuesta de la sociedad californiana de rechazo al personal del ICE, quienes realizan operativos que más parecen ser intervenciones militares.
Ante la respuesta ciudadana en California y en otros sitios de la Unión Americana, pero particularmente en Los Ángeles, se ha hablado de disturbios, cuando en realidad la gente está sufriendo una represión injustificada, enfatizó.
También destacó que el gobierno de los Estados Unidos ha enviado a la Guardia Nacional a ese Estado y amaga con mandar al ejército estadounidense para enfrentar el respaldo popular a los migrantes.
Resaltó que parte de la población rechaza estas medidas que son una verdadera cacería disfrazada de políticas migratorias.
Por lo demás, Fernández Noroña recordó que durante décadas, el gobierno de Estados Unidos no ha realizado una amnistía migratoria, ni ha creado mecanismos que hagan posible la regularización de millones de personas migrantes que han acudido a ese país en búsqueda de oportunidades y para aportar con su trabajo y esfuerzo a la riqueza de esa nación.
La única ventanilla abierta para hacer trámites migratorios de regularización, el programa CBP One, fue clausurada por el gobierno del presidente Trump cuando apenas iniciaba su administración, dejando a más de tres millones de personas que se encontraban haciendo sus trámites, cumpliendo todos los requisitos solicitados, fuera de toda posibilidad de regularización migratoria.