Rusia y Estados Unidos celebrarán una nueva ronda de negociaciones sobre Ucrania la próxima semana, afirmó este domingo el emisario ruso para asuntos económicos, Kiril Dmitriev, tras su retorno de Washington.
“Serán la semana que viene”, afirmó al canal público de la televisión rusa Rossiya 1, tras ser preguntado sobre las próximas negociaciones.
“Serán la semana que viene”, afirmó al canal público de la televisión rusa Rossiya 1, tras ser preguntado sobre las próximas negociaciones.
Dmitriev, el primer alto cargo ruso que visitó Estados Unidos desde el inicio de la guerra en Ucrania, señaló que “se observa el comienzo de un diálogo respetuoso” con Washington, en el que “tuvo lugar una conversación muy positiva, muy sincera”.
“Pienso que nuestros colegas de EEUU comprenden que es necesario restablecer el diálogo con Rusia, y que Rusia resistió al intento de infligirle una derrota estratégica por parte de la Administración del presidente (Joe) Biden”, dijo, al señalar que “se rompió el hielo”.
No obstante, recordó las palabras del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sobre “el cauteloso optimismo”, y señaló que “ahora existe una frágil esperanza de que el diálogo se restablecerá”.
Dmitriev aseveró que la Administración del presidente Donald Trump enfrenta grandes presiones por parte de los enemigos de Rusia, que echan mano a la desinformación.
“Sin lugar a dudas hay que resistir entre otras cosas a los ataques informativos que tienen lugar para frustrar el descongelamiento que comienza”, sostuvo.
“Le hacen creer a la sociedad estadounidense que es Rusia la que viola la tregua energética (…) Observamos gran cantidad de desinformaciones, vemos los intentos de un gran número de países de desinformar a la Administración de Trump”, dijo.
Por ello, recalcó, “la presión y la desinformación son enormes, sin embargo, conocemos al presidente Trump como un líder muy fuerte y seguro, que hace lo correcto”.
“Ellos podrán resistir esta presión colosal si (Trump) recibe la información correcta”, aseveró, al considerar que Rusia y EEUU comparten los valores tradicionales.