Regreso a clases con la mayor alza en colegiaturas desde 2009

El regreso a clases será el más caro en años. El precio de los servicios educativos privados (colegiaturas y otros rubros) registró el mayor incremento desde 2009 durante la primera mitad de agosto, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En los primeros 15 días del mes, la inflación anual en este rubro se ubicó en 5.35 por ciento, el mayor aumento desde la segunda mitad de julio del 2009, es decir, en 337 quincenas.

“Ahora que ya todo regresó a la normalidad tras el impacto de la pandemia de Covid-19, que prácticamente todos regresaron a las escuelas, hay una mayor demanda; entonces, se están aprovechando y, por lo tanto, suben los precios”, comentó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.

Las colegiaturas en preescolar se incrementaron 5.87 por ciento; las de primaria, 5.08 por ciento; las de secundaria, 4.58 por ciento; las de preparatoria, 5.15 por ciento, y las de universidad, 5.65 por ciento. Éstas últimas están en los niveles más elevados desde 2005.

Por ejemplo, en el rubro de enseñanza adicional el aumento fue de 5.22 por ciento, el mayor nivel desde 2003. En tanto, las guarderías y estancias infantiles se encarecieron 4.85 por ciento, la mayor cifra desde 2015.

Por su parte, los artículos escolares aumentaron 5.52 por ciento, un nivel superior al de la inflación durante la primera mitad de agosto, de 4.67 por ciento.

“El impulso de las colegiaturas es notorio, pues la inflación quincenal (en comparación con la segunda mitad de julio) fue de 1.40 por ciento, frente a 0.97 por ciento en 2022 y 0.51 por ciento en 2021”, comentó Marcos Daniel Arias, analista de Grupo Financiero Monex.

Desde la perspectiva de objeto gasto de los hogares, el efecto es más notorio, añadió el especialista, pues la categoría de educación fue la segunda con la mayor inflación en las primeras dos semanas de agosto.

El aumento de precios quincenal anualizado de los combustibles y la electricidad fue de 88.58 por ciento, mientras que en la educación, de 34.04 por ciento, dijo.

Al respecto, algunos miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México destacaron la tendencia creciente en la inflación de servicios educativos, esto en su última minuta de política monetaria.

Más preocupados
Ante los altos costos que implica el regreso a clases, y con el objetivo de optimizar el presupuesto, los mexicanos investigan más alrededor de los artículos que desean adquirir para esta temporada, en comparación con años anteriores.

Datos de Google muestran un incremento mayor a 200 por ciento en las búsquedas relacionadas en la primera semana del mes (31 de julio al 4 de agosto). Mientras que en junio y agosto del 2022, el volumen de búsquedas por el regreso a clases, entre ellas mochilas y útiles, subió sólo 54 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2021.  Al respecto, una investigación del equipo de Analytics & Insights de Google, realizada a 500 personas en junio, encontró que 62 por ciento de quienes comprarán para el regreso a clases, investiga precios y disponibilidad de productos antes de ir a adquirirlos. También, 36 por ciento de los encuestados consulta hasta un mes antes del retorno a las aulas y 25 por ciento, una semana previa.

En su análisis, la tecnológica expuso que otro factor a considerar es el uso de servicios relacionados a la educación, por ejemplo el Internet, que de acuerdo con un estudio elaborado por la Asociación de Internet MX, alcanza a 96.87 millones de personas en el país. “Al respecto, desde Google encontramos que uno de cada tres encuestados planea contratar o aumentar su servicio de internet para este regreso a clases”.

Gastarán más
El desembolso de regreso a clases se encarecerá 30 por ciento este año, debido a los mayores costos de producción y distribución de los productos escolares, aseguró la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), en un análisis reciente.

El gasto total será, en promedio, de siete mil 200 pesos, dijo Cuauhtémoc Rivera, su presidente.

Detalló que la lista de útiles escolares costará al menos mil 600 pesos; los zapatos y tenis, mil 200 pesos; los uniformes, mil 900 pesos y la mochila, 500 pesos, dando un gasto total mínimo de cinco mil 200 pesos. Esto sin contar las cuotas escolares, ahora llamadas aportaciones voluntarias, y los gastos agregados por cada escuela que llegan a implicar mínimamente dos mil más.

“Todos estos gastos sumados dan un total por alumno de siete mil 200 pesos, cifra nada menor para la economía familiar, que obliga a muchos a endeudarse, empeñar bienes y asumir compromisos que, difícilmente, podrán pagar y traerá mayores dificultades”, señaló.

Capitalinos abarrotan el Centro Histórico para surtir lista de útiles
A unos días de que dé inicio el nuevo ciclo escolar, varias calles del Centro Histórico lucieron ayer abarrotadas por miles de padres de familia que acudieron a buscar los mejores precios para surtir la lista de útiles escolares.

Las paredes de las calles Mesones, Regina y Talavera, entre otras, fueron cubiertas con rejas de las cuales colgaban diversos artículos de papelería y letreros con “ofertas”.

“Sí hay, sí hay”, “De este lado los mejores precios”, gritaban decenas de comerciantes que ofertaban sus productos.

Los tumultos empezaron desde muy temprano. Sol acudió a la zona para surtir las listas de útiles de sus dos hijos, Kevin y Edwin, quienes cursan la primaria y secundaria, respectivamente. Luego de recorrer varias calles y preguntar en distintos puestos para comparar precios, Sol gastó un total de dos mil 730 pesos en los útiles de sus dos pequeños.

Comentó: “De la lista de útiles de Kevin fueron mil 260 aproximadamente, de Edwin mil 110, pero eso sólo de las compras que hice hoy, porque aún no les piden libros, y ahí es otro gasto, más los uniformes”.

A Judith le recomendaron ir al centro a comprar los materiales, ya que en la escuela de su hijo le ofrecían surtir la lista por un costo de tres mil 500 pesos, lo que resultaba muy caro. Mientras esperaba ser atendida, compartió con La Razón: “Estoy por terminar mis compras, llevó gastados mil 170 pesos, aproximadamente; en la escuela me querían vender todo a más del doble, yo estaba dispuesta a pagarlo, pero una mamá me recomendó venir acá”.

Tanto Sol como Judith coincidieron en que este año los gastos escolares aumentaron entre 500 y 700 pesos en comparación con al año anterior.

“Y eso, sin contar que mi hijo va a reutilizar algunas cosas como lapicera, algunos colores, tijeras y cosas que aún pueden servirle del ciclo anterior, porque faltan gastos de uniformes y la realidad es que todo ha subido”, aseguró Judith.

Pese a que los precios aumentaron, los padres de familia aseguraron que les conviene acudir al Centro para conseguir mejores precios.

Gladys, junto con sus cuatro hijos, recorría la Plaza Mesones con las manos llenas de bolsas, ella y sus pequeños apenas podían pasar entre el mar de gente que había desde temprano, pero esta vez ella quiso hacer sus compras de regreso a clases por primera vez en este lugar.

“El año pasado todo lo compré en las papelerías locales y sentí que gasté demasiado, ahorita estoy llevando todo por mayoreo; en algunas cosas, comprar cuatro piezas por la casa me cuesta lo mismo que comprar todo el paquete aquí”.

El gasto total de útiles escolares, libros y mochilas que hizo Gladys por sus cuatro hijos el año pasado fue de aproximadamente 12 mil 800 pesos, y aunque este año no ha terminado de hacer sus compras, prevé que gastará menos por acudir al Centro.

En esta zona, los precios suelen variar; hay libretas desde 25 hasta 65 pesos, colores de 50 a 380, juegos de geometría de 65 a 180 y mochilas de 250 hasta 950, entre otra gran cantidad de artículos.

Los asaltantes hacen su agosto
Entre las miles de personas que acudieron ayer a surtir su lista de útiles en el Centro Histórico de la capital, había ladrones que utilizaban artimañas para despojar de su mercancía a quienes compraban al mayoreo.

Ricardo fue víctima de robo, aunque por fortuna los delincuentes no usaron la violencia. “Estaba en la esquina de Mesones con 20 de Noviembre esperando mi taxi, cuando pasó una anciana a la que supuestamente se le cayó su monedero, y mientras yo le ayudaba a recoger su dinero, se llevaron mi mercancía”, comentó.

El señor portaba un diablito con tres cajas de productos; en una había diccionarios, y en las otras, paquetes de colores, libretas, plumones, hojas blancas y de colores y lápices adhesivos, entre otros artículos, para surtir su papelería.

“Yo pienso que todos están coludidos, uno se descuida literalmente unos segundos y de pronto desaparece la mercancía; los rateros tienen la ventaja de perderse entre tanta gente, y además se esconden rápidamente entre tanta bodega que hay”, lamentó la víctima, al compartir con este medio su experiencia.

Con el poco dinero que le quedó, pues perdió no sólo su mercancía, sino hasta su diablito, Ricardo fue a comprar nuevamente algunos productos al mismo local de la Plaza Mesones en donde había adquirido la anterior.

Cuando el joven que atendió a Ricardo lo reconoció, le preguntó: “¿Qué pasó, don?, ¿qué se le olvidó?”, y una vez que le contó lo sucedido, al trabajador no le pareció extraño pues, comentó, es un modus operandi muy común en estas fechas.

“Hasta parece nuevo, ya sabe que aquí en temporada no hay que confiar en nadie, a ésos se les conoce como diableros y andan justamente atrás de quien viene a surtir pedidos grandes, luego son los mismos que andan vendiendo la mercancía en los locales de afuera”, dijo el joven que atendió a Ricardo.

La víctima no pudo volver a surtir su pedido como inicialmente lo había hecho, ni podrá recuperar su diablito. Apenas le alcanzó para comprar una parte: “No llevo ni la mitad de lo que había comprado, me gasté 17 mil 500 pesos que se esfumaron en menos de 15 segundos; con lo que llevo no voy a reponer lo que perdí… es una ironía que vine para poder tener una ganancia a futuro y me llevo una deuda”, lamentó.