Protestas del CNTE deja sin clases a estudiantes y ahora pretenden bloquear el aeropuerto.

Niñas, niños y jóvenes están siendo privados de su derecho a la educación por un grupo que ha elegido la confrontación sobre el diálogo. Los estudiantes asisten a sus escuelas y se encuentran con los accesos bloqueados. Madres y padres ya están molestos por este atropello.
La CNTE no representa al magisterio comprometido con la enseñanza, sino a un grupo que ha optado por la presión política como vía para obtener prebendas. Históricamente han recurrido al chantaje, no a la construcción.
Las protestas que impiden el acceso a las escuelas y ahora pretenden bloquear el aeropuerto de Hermosillo no tienen justificación. No se puede llamar lucha a lo que claramente es una forma de sabotaje contra la educación y contra toda la ciudadanía.
Este movimiento no defiende la educación: la secuestra. Y quienes más lo resienten son las y los estudiantes, que ven interrumpido su aprendizaje por intereses ajenos a las aulas.
Ramsés Valenzuela, supuesto líder magisterial, rara vez pisa su escuela. Se le ha visto más en marchas de galleros y bloqueos que enseñando. Es criador de gallos y participa activamente en los comités CRECES del Ayuntamiento de Hermosillo, más enfocado en generar agitación que en educar.
David Valenzuela, su hermano, ha sido señalado por su actitud violenta e incluso intimida a estudiantes para que no acudan a clases. La comunidad escolar le teme.
Irene Ríos Figueroa, jubilado con una pensión de más de 100 mil pesos mensuales, aparece en audios convocando a la toma del aeropuerto junto con Ramsés. ¿Puede alguien con semejantes privilegios representar a quienes hoy están frente a grupo?
Tomar el Aeropuerto de Hermosillo es un acto de irresponsabilidad absoluta. Afecta a familias, trabajadores, actividades productivas y hasta servicios médicos de emergencia. Es una agresión directa a la vida cotidiana de la ciudad.
No es una protesta válida, es afectar directamente a familias, trabajadores y hasta servicios médicos urgentes. No están luchando por los derechos del magisterio, están saboteando la educación.•⁠ ⁠No se puede seguir tolerando que intereses personales y políticos afecten el derecho a la educación de niñas, niños y jóvenes. El bloqueo al Aeropuerto de Hermosillo es un acto irresponsable que daña a toda la ciudadanía.
Lo que menos les interesa a estos líderes es la enseñanza. Han convertido la educación en moneda de cambio política, sin importarles que miles de estudiantes pierdan clases.
La gran mayoría del magisterio en Sonora sí está comprometido con sus alumnos y con el servicio público. No merece ser confundido con un grupo minoritario que usa la educación como rehén de sus aspiraciones políticas.
La educación no se negocia. Sonora necesita diálogo y compromiso, no bloqueos ni líderes que convierten el aula en un campo de batalla ideológica.