El cinco por ciento de los mexicanos repatriados por el Gobierno de Donald Trump son mujeres de entre 30 y 35 años; ellas generalmente se emplean en cuidados, dando atención a personas de la tercera edad, niñeras, asistentes de limpieza y cocineras, pero al ser repatriadas a nuestro país ganarían hasta cinco veces menos de lo que percibían en Estados Unidos.
Así lo estimó Juan Guerrero, líder de la Fundación para el Bienestar de los Paisanos A.C., quien dijo que el salario mínimo en EU es de 7.25 dólares la hora, es decir, mil 160 pesos por una jornada de ocho horas (con un tipo de cambio de 20 pesos).
Pero el monto va variando según las leyes estatales y el tipo de labor que se desempeñe; mientras en México, el salario mínimo vigente para 2025 es de 248 pesos al día. La brecha es de 4.6 veces.
“A pesar de que en México se han hecho esfuerzos para incrementar el salario mínimo, sigue siendo mucho más bajo que en EU. Habrá que ver con qué expectativas llegan estos migrantes, los tipos de trabajo, pero ellas lo resienten mucho, imagínate de cuidar una persona allá ocho horas con un salario promedio más elevado; en México el tema de los cuidados se percibe con salarios menores”, dijo.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Evangelina Moreno, diputada de Morena, pidió a los legisladores, entre ellos Ricardo Monreal, coordinador de su bancada, para que, en el marco del segundo piso de la 4T, se consolide un sistema de cuidados en México a través de una reforma constitucional.
En un escrito, destacó la importancia de reconocer y dignificar a los sectores históricamente vulnerables, “entre ellos indígenas, migrantes, mujeres, niños, personas con discapacidad y, especialmente, es imprescindible ver los cuidados, como base para un futuro justo e inclusivo”.
Habrá que ver con qué expectativas llegan estos migrantes, los tipos de trabajo, pero ellas lo resienten mucho, imagínate de cuidar una persona allá ocho horas con un salario promedio más elevado
Juan Guerrero, Fundación para el Bienestar de los Paisanos
En ese sentido las mujeres cuidadoras, principales ejes en sus hogares, dedican en promedio 38.9 horas a la semana a la labor; además, a largo plazo, tienen menos probabilidades de participar en empleos remunerados.
La ENASIC registra que en hogares de bajos ingresos, la falta de servicios públicos obliga a depender del trabajo no remunerado de las mujeres. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, 31.6 millones de personas en México, de 15 años y más, brindan cuidados sin recibir una remuneración a cambio, esto es, 32 por ciento de la población total.
Sin embargo, tres de cada cuatro personas cuidadoras son mujeres, en específico madres, quienes tienden a pausar sus carreras profesionales por este motivo.
Para la abogada Arely García, una de las violencias que más fuerte pegan a la mujer en la actualidad es la patrimonial.
“Es en las mujeres donde radica la economía de muchas familias de este país, creo que más allá de una ‘ayuda’, el Gobierno debería estar pensando en qué programas se van a crear para mujeres repatriadas que son jefas de familia, esto de las ayudas son paliativos, pero no van a curar el mal de este impacto económico para ellas”, dijo.
A finales de enero llegaron las primeras mujeres deportadas por EU. La parada: Albergue Flamingos, ubicado en Tijuana, Baja California; entre ellas había algunas niñas, acompañadas por sus madres, quienes en su mayoría trabajaban como trabajadoras domésticas en el vecino país del norte.
Magui Loredo, migrante deportada, dice que son necesarias políticas que garanticen el derecho al trabajo “digno y bien remunerado, pero sobre todo, que se garanticen los derechos a los que ellas aspiran y que perdieron en un momento dado, para hacerlas migrar”.