De forma inesperada, el Papa Francisco asistió este Domingo de Ramos a la Plaza de San Pedro del Vaticano en silla de ruedas y sin necesidad de oxígeno, mostrando un estado cada vez más recuperado desde que fue hospitalizado. Así, al inicio de Semana Santa, el Pontífice saludó a los creyentes.
Al término de la misa del Domingo de Ramos, el Papa apareció en el altar central de la plaza: «Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa», dijo el Pontífice a los fieles, quienes guardaban la esperanza de verlo.
Saludó, además, a su compatriota, el cardenal argentino Leonardo Sandri, a quien delegó para que leyera su homilía, pues la recuperación de su voz va lenta. Pese a esto, no quiso perderse el contacto con los fieles.
«Al final de la misa, el Papa Francisco se unió a los peregrinos y fieles en la plaza y les deseó lo mejor para el Domingo de Ramos y el comienzo de la Semana Santa», indicó el Vaticano en un comunicado.
Según añadió, el Pontífice «luego, de regreso a la Basílica, se detuvo en oración ante la tumba del Apóstol y frente al monumento dedicado a Benedicto XV».