El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que en su administración no hay impunidad, pero tampoco una “cacería de brujas”, en el caso del exgobernador Silvano Aureoles Conejo, quien se encuentra prófugo de la justicia.
Lo anterior luego de que se dictara prisión preventiva a cuatro de sus excolaboradores, acusados de peculado.
“En este caso está demostrado que mi gobierno no es impune, ni es omiso, ni tenemos manto protector para nadie. No tenemos inmunidad, cada uno responde por los actos que realizó en sus administraciones anteriores”, dijo el gobernador.
Ramírez Bedolla señaló que la Fiscalía General de la República (FGR) sigue con las investigaciones para localizar a Aureoles, acusado de un presunto daño al erario público por más de 3 mil millones de pesos.
Recordó que las indagatorias apuntan a un sobreprecio en la construcción de siete cuarteles regionales para la Policía Estatal.
“La FGR trabaja en el cumplimiento de la orden de aprehensión emitida por una jueza en la Ciudad de México. La situación jurídica es que está prófugo de la justicia; tenemos información de la FGR en el sentido que está huyendo y las investigaciones son en varias partes del país», detalló Ramírez Bedolla.
El gobernador recordó que la denuncia contra Aureoles se presentó en febrero de 2022, después de detectar inconsistencias en el costo de los cuarteles.
Puso como ejemplo un cuartel por el que se desembolsaron 980 millones de pesos, aunque su valuación real no superaba los 180 millones.
Ramírez Bedolla también denunció que las obras fueron adjudicadas de manera directa con base en una supuesta patente de construcción que, según sus investigaciones, no existe. Además, indicó que, en el caso de algunas obras, se pagó hasta cinco veces su costo real.