Los Rastrillos, grupo de reggae mexicano, dio a conocer por medio de sus redes sociales que murió Gerardo Pimentel, mejor conocido como “Zopi”, quien fue integrante y uno de los fundadores de la agrupación.
Fue a través de un mensaje que publicaron en Facebook en la que se dio a conocer que el músico perdió la vida este 8 de abril en la tarde.
“Lamentamos comunicar la partida física de nuestro amado compañero Gerardo «Zopi» Pimentel en la tarde de hoy, lunes 8 de abril a las 4:40 PM día de eclipse. Por respeto a su familia y su pareja no dimos a conocer la noticia en su momento, esperando comprendan el duro trance que se estaba atravesando”.
En el mensaje, la agrupación recordó a “Zopi” y destacaron que además de ser un gran músico también fue un excelente ser humano.
“Zopi fue una persona increíblemente cariñosa, de una amabilidad infinita y un artista extraordinario. No ha dejado un vacío, más bien, ha llenado los corazones de tod@s quienes lo conocieron y ha aportado muchísimo a la cultura de nuestro país, tanto desde lo musical como desde su gran labor en la docencia y la comunicación. Gracias querido amigo, siempre estarás presente”.
¿Quién era Zopi?
Gerardo Pimentel, “Zopi” fue reconocido como uno de los músicos que durante su trayectoria promovió el reggae además de ser uno de los fundadores de Los Rastrillos, grupo que se fundó en 1989.
“Zopi” también destacó como locutor del programa Reggaevolución, el cual pertenece a la estación de radio Reactor.
El músico se mantuvo activo hasta que lamentablemente le detectaron leucemia mieloide.
¿De qué murió Zopi?
Semanas antes de su muerte, Los Rastrillos dieron a conocer que “Zopi” se encontraba hospitalizado e incluso pidieron donaciones para poder pagar los gastos del nosocomio.
“Zopi se encuentra hospitalizado en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) y necesita tu ayuda. Desde hace una semana tiene fiebres intensas y su hemoglobina y plaquetas han caído significativamente, por lo que requiere urgentemente transfusiones para estabilizarlo”.“El 11 de febrero de este año me llamaron del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) para decirme que me presentara al día siguiente para darme información. Como casi se cumplía el primer aniversario de mi trasplante de médula ósea, pensé que me dirían cuando podía regresar al trabajo presencial, porque de eso veníamos hablando con el equipo médico de la Unidad de Trasplantes, pero no había buenas noticias, sino justo lo contrario. Los últimos análisis indicaban que la leucemia mieloide había regresado, arrasando prácticamente con todo mi trasplante”.
