Joaquín César Mora Salazar, “Morita”, y Javier Campos Morales, “El Gallo”, ambos sacerdotes jesuitas de la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, fueron asesinados el 20 de junio al interior del templo de la comunidad, informó la Compañía de Jesús en México.
En un comunicado de prensa, la orden religiosa señaló que los sacerdotes, de 79 y 81 años, fueron atacados por sujetos armados al interior de un templo.
“Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas”, se lee en la comunicación en donde la orden pide también medidas de protección para su comunidad y civiles de la zona.
Los sacerdotes que fueron ultimados eran integrantes de la Compañía de Jesús desde hace más de 50 años.
“Morita” nació el 28 de agosto de 1941 en Monterrey, Nuevo León, y desde 1958 se integró a la comunidad jesuita. De acuerdo con información compartida por la orden religiosa, Mora Salazar fue nombrado sacerdote en 1971.
En la década de los 70 fue misionero en la Sierra Tarahumara a donde regresó a finales de los 90. Desde el 2000 fungió como Vicario Parroquial en Chínipas, hasta 2006; posteriormente fue Vicario Cooperador en Cerocahui, Chihuahua, desde 2007 hasta la fecha.
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En tanto, Javier Campos Morales, “el Gallo”, nació el 13 de febrero de 1943 en la Ciudad de México. Ingresó a la Compañía de Jesús el 14 de agosto de 1959 y en 1972 se ordenó como sacerdote. Un año después empezaría su misión como superior local, vicario pastoral y episcopal en la Sierra Tarahumara, en la comunidad de Norogachi.
“El Gallo” llegó a ser Párroco en Guachochi (1974-1983), en Chinatú (1987 – 1999), en Cerocahui (1996 – 2016). Desde 2019 y hasta antes de su asesinato, fue Superior de la Misión Jesuita, Párroco, Vicario de Pastoral Indígena de la Diócesis de Tarahumara, Asesor Regional de CEB’S (Comunidades Eclesiales de Base).