Modifican su ruta hacia EU por violencia; saturan Oaxaca

Riesgos como robos, desapariciones y reclutamiento forzado por parte del crimen organizado en la ruta del Golfo han orillado a los migrantes a tomar otros caminos para llegar a la frontera norte e intentar llegar a Estados Unidos.

En Tamaulipas, donde culmina la ruta del Golfo, que de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es la más usada y peligrosa en tránsito irregular, se ha observado una disminución drástica en el número de extranjeros que llegan a la frontera, ya que, de acuerdo con autoridades estatales, en menos de cinco meses dicha población se redujo en un 48.5 por ciento.

Los migrantes que transitan por nuestro país han optado por cruzar Oaxaca, a donde llegan desde Chiapas, atravesando el Istmo de Tehuantepec, para después trasladarse por el centro del país o por la costa del Pacífico, principalmente a bordo de trenes.

Violencia tuerce la ruta migrante

Debido a las constantes vejaciones de las que son víctimas por parte del crimen, extranjeros optaron por tomar otros caminos hacia EU.

El crimen organizado en México ha orillado a los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos a dejar rutas más directas a la frontera norte y abrirse paso por estados como Oaxaca, lo que, a su vez, implica un mayor uso de la red ferroviaria.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la ruta del Golfo es la más usada y peligrosa en tránsito irregular. Sin embargo, el riesgo que implica el paso por Veracruz —que en los últimos años se ha convertido en el campo de batalla entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas Vieja Escuela— ha provocado que muchos migrantes eviten el estado.

 

 

Sedena tiene identificadas tres principales rutas de migración ilegal para cruzar el país y llegar a Estados Unidos: la del Golfo, por Veracruz y Tamaulipas; la Centro, que pasa por los estados de Oaxaca, Puebla, Estado de México, hasta el Bajío, para llegar a las fronteras de Coahuila y Chihuahua, y la del Pacífico, que culmina en las fronteras de Sonora y Baja California.

Entre los peligros que enfrentan los migrantes al tomar la ruta del Golfo están el reclutamiento forzado por parte de los grupos delincuenciales, robos, extorsiones y desapariciones, así como el abandono por parte de los polleros dentro de tráileres, sin agua, comida ni oxígeno y, en algunos casos, drogados para inhibir sus necesidades básicas.

En las últimas semanas, se ha observado una disminución drástica en el número de extranjeros que llegan a la frontera de Tamaulipas, ya que, de acuerdo con autoridades estatales, en menos de cinco meses dicha población se redujo en 48.5%. Mientras que en otras zonas fronterizas, como en Piedras Negras, Coahuila, aumentó.

En tanto, Iván García Álvarez, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Oaxaca, afirma que un promedio de cuatro mil y cinco mil migrantes llegan al estado por día, principalmente al Istmo de Tehuantepec y a la capital, “porque la ruta por Veracruz está controlada por el crimen organizado”.

El funcionario explicó que la ruta migrante salía de Chiapas y continuaba por Veracruz para llegar a la Ciudad de México en su tránsito a Estados Unidos, “pero desviaron su ruta porque en Veracruz estaban siendo plagiados, por lo que ahora llegan por el Istmo de Tehuantepec, buscando subir por la sierra sur y llegar a los Valles Centrales”.

Detalló que la intención de los migrantes es llegar a Estados Unidos, pero a veces se quedan sin dinero y esperan que su familia les deposite.

Señaló que estas personas afectan a la ciudadanía cuando hacen sus necesidades fisiológicas en la vía pública, por ello, la estrategia es promover un flujo constante, ya que de otra manera se establecen en la capital oaxaqueña.

Un camino arduo
Juan José Rodríguez, titular del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, explicó que mientras en mayo existía una población de 18 mil 567 migrantes de todas nacionalidades en la entidad, en septiembre llegó a nueve mil 558, es decir un 48.5% de reducción.

 

 

“El arribo ha sido menos, veo que en otros puntos se está incrementando, como Coahuila, Chihuahua, Tijuana, pero no sabemos en qué momento puede empezar a subir, no es definitivo, es muy transitorio todo esto”, advirtió.
Rodríguez Álvarez aseguró que la reducción se debe a varios factores, uno de ellos es que la aplicación de plataforma CBP One está funcionando perfectamente, pues diariamente pasan a los Estados Unidos entre 500 y 700 personas.

Otra es que la ruta a Tamaulipas es más pesada, debido a que no hay un tren que lleve a la frontera, como en otras zonas, y eso hace que la migración vaya a otros estados.

“Se ha estado viendo el movimiento de migrantes que están utilizando las llamadas bestias, que son los trenes de Ferromex. Sin embargo, Tamaulipas no tiene un impacto social de ese flujo porque el arribo de migrantes no se da por tren”, indicó.
“No lo tenemos, y pues son otras ciudades de la frontera de México, como Mexicali, Tijuana, Piedras Negras (las que tienen incremento) y nosotros aquí estamos viendo una disminución de los migrantes que están varados en la frontera esperando cruzar bajo la condición de asilo” reiteró.
Sin embargo, el paso de migrantes por territorio veracruzano se ha mantenido porque se incrementó el flujo de personas que llegan por el sur del país, aunque ahora se dividen las caravanas que optan por cruzar por otras rutas, aseguraron autoridades y activistas consultados.

Por este motivo, las autoridades ya han tomado las previsiones necesarias y en el caso de los albergues que administra el DIF con el apoyo de los ayuntamientos, se amplió la apertura con seis más distribuidos en el sur, en la sierra de Zongolica y hacia el norte, de acuerdo con lo confirmado por la directora estatal del sistema DIF, Rebeca Quintanar Barceló.

María Navarro, encargada de uno de los albergues del sur, explicó que al número de personas provenientes de países centroamericanos como Guatemala, El Salvador y Honduras, ahora nota un incremento en el número de migrantes que provienen de Venezuela, de los continentes africano y Asia, principalmente de India.

Sobre el tema Juan Hernández, subdirector de Casa Santa Ana, de Boca del Río, explicó que, en el caso de este refugio, el número de albergados no ha superado los que se presentaron en 2022; sin embargo, no duda que para noviembre y diciembre se vuelva a incrementar el número de migrantes.

En estos refugios los asisten con alimentos y les proveen de vestimenta donada. En Casa Santa Ana sólo están por horas y prosiguen su camino; sin embargo, en otros albergues permanecen hasta una semana aproximadamente.

Con información de Olimpia Ávila