Minería de bitcoin, un problema en Estados Unidos

Los impactos de minar criptomonedas como el bitcoin en Estados Unidos comienzan a pasar factura. Todo inició en 2021 cuando China prohibió las monedas virtuales, y los criptomineros acudieron en masa a EU en busca de electricidad barata y regulaciones flexibles.

Muchos se dirigieron entonces a Texas, estado que está considerado ahora la capital mundial de criptomonedas. En sólo dos años, la participación de Estados Unidos en las operaciones globales de criptominería pasó del 3.5 por ciento al 38 por ciento, formando la industria de este ramo más grande del mundo.

Ello ha conllevado a un aumento enorme en la demanda local de electricidad para alimentar sus operaciones informáticas 24 horas al día, 7 días a la semana. El uso de energía ha afectado a las redes locales, ha aumentado las facturas de electricidad de los residentes cercanos y ha mantenido en funcionamiento plantas de combustibles fósiles que alguna vez estuvieron extintas en esta parte de Estados Unidos. Sin embargo, hasta la fecha, nadie sabe exactamente cuánta electricidad utiliza la industria criptominera.

Ante esta circunstancia, funcionarios federales buscan lanzar el primer esfuerzo integral para recopilar datos sobre el uso de energía de la minería de criptomonedas. La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), que forma parte del Departamento de Energía federal, exige que 82 criptomineros comerciales informen cuánta energía están consumiendo.

Ésta es la primera encuesta de un nuevo programa que tiene como objetivo arrojar luz sobre esta industria opaca, aprovechando la autoridad única de la agencia para exigir la divulgación del uso de energía a las grandes empresas.

Simplemente estamos tratando de controlar el uso de electricidad de este sector: cuánto, dónde está ocurriendo, cómo podría afectar la red eléctrica en Estados Unidos y particularmente en diferentes regiones del país”, explica Mark Morey, asesor senior de la EIA.

Dijo que antes de obtener la aprobación de la Oficina de Gestión y Presupuesto para realizar la encuesta, los funcionarios investigaron y descubrieron que hay al menos 137 instalaciones mineras en Estados Unidos, la mayoría en Georgia, Nueva York y Texas, que tiene más de 30 sitios mineros.

Un análisis de la EIA también mostró que en 2023 la demanda estimada de electricidad en EU que respalda la minería de criptomonedas equivale a la demanda anual que oscila entre tres millones y seis millones de hogares, o al uso anual de electricidad en estados como Utah y Virginia.

Comprender estos datos es el primer paso para comprender qué podemos hacer a continuación”, agrega el vocero de la EIA.

Joseph DeCarolis, administrador de la EIA, dio a conocer a inicios de este año que dada la naturaleza emergente y rápidamente cambiante de este problema “y debido a que no podemos evaluar cuantitativamente la probabilidad de daño público, sentimos la urgencia de generar datos creíbles que brinden información sobre este problema en desarrollo”. La Casa Blanca aprobó la encuesta el pasado 26 de enero.

Si bien no se comprende bien el uso total de electricidad, los impactos de la minería de criptomonedas en las facturas de servicios públicos y la contaminación de carbono, un análisis reciente de la consultora energética Wood Mackenzie encontró que la minería de bitcoins en Texas ya ha aumentado los costos de electricidad para los residentes en 1.8 mil millones de dólares por año.

Pero más allá del gasto, vienen los problemas ambientales. La creciente demanda de electricidad de criptos también ha revivido los generadores de energía de combustibles fósiles previamente cerrados. Cerca de Dresde, Nueva York, la planta de gas natural Greenidge, anteriormente cerrada, reabrió sus puertas exclusivamente para impulsar la minería de bitcoins. En Indiana, una planta alimentada con carbón cuyo cierre estaba previsto en 2023, sigue funcionando, y justo a su lado se ha instalado la criptominera AboutBit.

Las criptomonedas como bitcoin evitan la necesidad de que las instituciones financieras agreguen datos a un libro de contabilidad público, o “cadena de bloques”, para verificar todas las transacciones. Para ganar dinero, las computadoras que utilizan software de minería que consume mucha energía compiten para confirmar adiciones a la cadena de bloques.

Una de las razones por las que es tan difícil rastrear el uso de energía de la criptominería es el tamaño de las instalaciones mineras, que pueden variar desde computadoras individuales hasta almacenes gigantes. Las instalaciones más pequeñas suelen estar exentas de los requisitos de permisos locales y, con frecuencia, se trasladan para obtener electricidad más barata. Los datos sobre el uso de energía de las operaciones más grandes a menudo están ocultos en contratos privados con empresas de servicios públicos locales o envueltos en litigios sobre instalaciones individuales.

En julio de 2022 y febrero de 2023, miembros demócratas del Congreso, incluida la senadora Elizabeth Warren y la representante Rashida Tlaib, enviaron cartas a la Agencia de Protección Ambiental y al Departamento de Energía, pidiendo a las agencias que ejercieran esa autoridad sobre los mineros criptográficos e “implementen un régimen de divulgación obligatoria lo más rápido posible”.

El precio de bitcoin ha aumentado en los últimos tres meses, incentivando una mayor actividad minera que podría sobrecargar las redes eléctricas locales que ya están bajo presión por el clima frío y las tormentas invernales.

Texas, el operador de la red eléctrica del estado paga a los mineros criptográficos para que cierren durante las olas de calor y otros periodos de alta demanda. Desde 2020, cinco instalaciones en Texas han ganado al menos 60 millones de dólares con el programa, según una nota publicada por The New York Times. Esos subsidios se obtienen sin muchos beneficios ni empleos para los residentes locales. Incluso, “las grandes operaciones mineras emplean como mucho sólo unas pocas docenas de personas”, informó el Times.

Las encuestas de la EIA sobre las empresas de minería de criptomonedas que comenzarán esta semana identificarán “las fuentes de electricidad utilizadas para satisfacer la demanda de minería de criptomonedas”, dijo DeCarolis. Los datos se publicarán en el sitio web de la EIA a finales de este año.

Tenemos la esperanza de poder trabajar con empresas de la industria de las criptomonedas para que podamos brindarle al público una comprensión clara del uso de energía de este sector, de la misma manera que lo hacemos con todas las demás industrias”, agregó Morey.