La base iraquí de Al Asad ha sido escenario este sábado de un gran ataque con cohetes efectuado por las milicias proiraníes contra las fuerzas estadounidenses que se encuentran destacadas en esta posición, situada en la provincia occidental de Anbar.
El ataque fue confirmado inicialmente por una fuente de seguridad a la agencia oficial de noticias iraquí NINA y posteriormente verificado por otra fuente de seguridad al diario ‘Baghdad Al Youm’.
“La base estadounidense, donde están estacionadas las tropas estadounidenses como parte de la coalición internacional contra Estado Islámico, fue alcanzada por varios misiles desde el municipio de Al Baghdadi”, según este último medio.
Poco después, las milicias proiraníes de la Resistencia Islámica de Irak —Kataib Hezbollah— asumieron la autoría del ataque, según un comunicado recogido por la agencia semioficial de noticias iraní Tasnim.
El ataque, en línea con otros parecidos desde el comienzo de la guerra en Gaza entre Hamas e Israel, tiene lugar además después de la muerte de cuatro operativos de las Guardias Revolucionarias de Irán, entre ellos dos altos asesores, en un presunto ataque israelí en la capital siria, Damasco.
Por su parte, un responsable de defensa estadounidense confirmó que varios “misiles (…) alcanzaron la base aérea Al Asad”, y aseguró que se estaba realizando “una evaluación inicial de los daños”.
El militar, también bajo condición de anonimato, no pudo confirmar inmediatamente el tipo de munición utilizada, tras referirse inicialmente a “misiles balísticos”.
Los ataques, que todavía no fueron reivindicados, se produjeron en un contexto de grandes tensiones en la región, alimentadas por la guerra en la Franja de Gaza entre Israel, aliado de Estados Unidos, y el movimiento islamista palestino Hamás, apoyado por Irán.
El lunes, Irán llevó a cabo disparos de misiles balísticos contra el Kurdistán iraquí, afirmando haber atacado un emplazamiento utilizado por “espías del régimen sionista (Mosad)”.
Desde mediados de octubre, las fuerzas de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos para luchar contra el grupo Estado Islámico, fueron blanco de decenas de ataques.
La mayoría fueron reivindicados por la “Resistencia islámica en Irak”, un grupo que reúne a distintas facciones armadas aliadas de Irán.