CIUDAD DE MÉXICO.
Poseedora de una voz sensual, unas piernas largas y un estilo transgresor que consistía en usar frack en una época en la que la mujer sólo debía usar falda, la actriz Marlene Dietrich fue, es y será una de las grandes estrellas de la industria del cine hollywoodense.
Fue justo un día como hoy cuando los medios de comunicación anunciaban que aquella actriz alemana, quien vestida de frack besó en la boca a otra mujer en la cinta Morocco de 1930, falleció a los 90 años en París debido a complicaciones renales.
Cuando estás muerto, estás muerto. Eso es todo”, expresó en infinidad de ocasiones la actriz, quien adquirió la nacionalidad estadunidense y que durante la Segunda Guerra Mundial se mostró renuente al nazismo.
Marie Magdalene Dietrich nació el 27 de diciembre de 1901 en Schöneberg, Alemania, en una familia de clase media liderada por un padre con educación militar.
Aunque en su infancia aprendió a tocar el violín y pensó dedicarse a la música, una lesión en la muñeca le impidió cumplir su sueño. Esto la llevó a trabajar como corista en algunos cabarets. Ahí fue descubierta por Von Stenberg, realizador al que le atribuyen la transformación y sofisticación de Dietrich.
En una época en la que el recatamiento era la regla, Von Sternberg hizo que Dietrich, una joven actriz desconocida, quedara inmortalizada en El ángel azul, proyecto que fue considerado como el primero que plasmó una escena erótica al mostrar a la actriz en liguero, medias y tacones, al mismo tiempo que cantaba Falling In Love Again.
Sternberg, con quien rodó seis películas en Hollywood, fue quien moldeó a Dietrich y la convirtió en esa mujer de los estudios Paramount que rivalizaba con la sueca Greta Garbo, quien era pieza clave de los estudios MGM.
Dentro de sus producciones más representativas encontramos Morocco, cinta por la que fue nominada al Oscar de Mejor Actriz, Capricho imperial, El expreso de Shanghai, El diablo era mujer y Deseo.
Luego de una serie de éxitos, que convirtieron a Marlene Dietrich en la actriz mejor pagada de su época, vino un declive en su carrera justo cuando dejó de colaborar con Sternberg.
Durante la Segunda Guerra Mundial -época en la que fue muy activa y se prestó para estimular a las tropas estadunidenses a través de visitas- Dietrich remontó su carrera con dos películas: Arizona, junto a James Stewart, y Siete pecados, con James Wayne.
En la década de los años 50 trabajó con Alfred Hitchcock en Pánico en la escena, con Gritz Lang en Encubridora y Sed del mal, junto a Orson Welles, a quien consideraba uno de los hombres más inteligentes que “tuve la fortuna de conocer”, declaró en su momento.
Ya entrada en años hizo de lado su carrera como actriz y se dedicó al canto, hasta los 70 años.
No obstante tuvo que retirarse debido a dos caídas sobre el escenario que afectaron su salud.
Su ultima aparición en cine fue en 1979 en la cinta Gigoló que fue protagonizada por el finado David Bowie.