En el continente americano el riesgo de sufrir consecuencias graves por el contagio de COVID-19 es alto, pues un millón 200 mil personas sufren de cáncer y 62 millones viven con diabetes
Al convertirse América en el epicentro de la pandemia de COVID-19 han saltado nuevas preocupaciones sobre la capacidad de atención no sólo de este padecimiento, sino del resto que ya mantenía atentos a los sistemas de salud de los países que conforman el continente y que reciben el apoyo de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, hipertensión, tabaquismo, cáncer entre otras, tienen una “relación nefasta” con la pandemia, pues las personas que ya sufren estos padecimientos y se contagian con el virus SARS-CoV-2 tienen consecuencias más graves que el resto, advierte la directora Carissa Etienne.
Por ejemplo, de acuerdo con los datos recuperados por la organización más de un 28 por ciento de los pacientes que han contraído la enfermedad y que luchaban contra el cáncer han perdido la vida.
En el continente americano el riesgo de sufrir consecuencias graves por el contagio de COVID-19 es alto, pues un millón 200 mil personas sufren de cáncer, 62 millones viven con diabetes, el 15 por ciento de la población de América Latina y el Caribe consume tabaco.