Justin Timberlake conquista al público mexicano con un show lleno de tecnología y baile

El Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, se convirtió este 17 de febrero en el epicentro de una de las mejores fiestas de música pop, al recibir a Justin Timberlake en su esperada gira “The Forget Tomorrow World Tour”. En punto de las 21:30 hroras, el artista apareció desatando una ovación ensordecedora, ante asistentes que llenaron el recinto.

Desde el primer acorde de “LoveStoned”, Timberlake demostró por qué es considerado uno de los artistas más versátiles de su generación. Ataviado con un elegante traje negro y su característica sonrisa, el polémico artista que mantuvo una de las relaciones más recordadas con Britney Spears, fusionó ritmos de pop, R&B y funk, llevando al público por un recorrido musical que abarcó desde los inicios de su carrera, hasta sus más recientes éxitos.

La escenografía fue un espectáculo en sí misma. Pantallas LED gigantes, con tecnología utilizada para Virtual Production que se utiliza en películas y series como The Mandalorian, proyectaban visuales que complementaban cada canción; mientras un juego de luces sincronizado creaba atmósferas que iban desde lo íntimo hasta lo electrizante. El sonido, impecable, permitía apreciar cada matiz de la voz de Timberlake y de su banda en vivo.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando interpretó “Mirrors”. Las luces se atenuaron y el público encendió las linternas de sus teléfonos, creando un mar de estrellas que iluminó el recinto. Timberlake, visiblemente conmovido, agradeció en español: “¡Gracias, Ciudad de México! ¡Son increíbles!”.

El público mexicano, conocido por su pasión y entrega, no decepcionó. Canciones como “Cry Me a River” y “SexyBack” fueron coreadas al unísono, evidenciando la conexión especial entre Timberlake y sus seguidores en el país.

Uno de los momentos que mas resaltaron de la noche, fue cuando Timberlike bajó del escenario y recorrió los pasillos del recinto, saludando a los asistentes. Al ritmo de “Play” y acompañado de su grupo de bailarines, el intérprete llegó a un segundo escenario colocado en la parte trasera, para poder estar más cerca del público e interpretar parte del repertorio.

Con cerca de 30 personas en el escenario, entre músicos, coristas y bailarines, la velada llegaba a su última etapa con canciones como “Can’t Stop the Feeling!”, desatando una fiesta total en el Palacio de los Deportes.

Tras su primera despedida, 28 temas 2 horas de concierto, Justin regresó al escenario con una playera negra y sosteniendo una bandera de México, agradeciendo la entrega del público, el cual lo hizo conmoverse casi hasta las lágrimas en dos ocasiones.

Justin concluirá sus presentaciones en México, prometiendo en esta primera noche del Palacio de los Deportes, que regresará pronto con una nueva gira.