En un cuarto intercambio como parte del alto el fuego en Gaza, el Gobierno israelí excarceló a 183 prisioneros palestinos, mientras que Hamas liberó a tres rehenes, entre ellos un ciudadano estadounidense-israelí.
Los rehenes liberados por Hamás son Keith Siegel, un ciudadano estadounidense-israelí de 65 años, Ofer Kalderon, de 54 años, y Yarden Bibas, de 35 años.
Los dos primeros fueron entregados a la Cruz Roja en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, mientras que Siegel fue liberado posteriormente en el puerto de la ciudad de Gaza. En ambos casos, las entregas se realizaron bajo la supervisión de miembros del brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, en ceremonias similares a las de intercambios previos.
Tras su liberación, los rehenes fueron trasladados a posiciones israelíes en Gaza, donde recibieron una primera evaluación médica antes de cruzar la frontera. Posteriormente, fueron enviados a los centros médicos de Sourasky y Sheba, con los hospitales Barzilai y Soroka preparados en caso de requerir atención urgente.
Por su parte, Israel liberó a 183 prisioneros palestinos, incluidos 18 condenados a cadena perpetua, 54 con largas sentencias y 111 detenidos en la Franja de Gaza tras el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023.
Un grupo de 25 presos llegó a Ramala, mientras que la mayoría fue trasladada a Jan Yunis. La excarcelación se realizó desde las prisiones de Ofer, en Cisjordania ocupada, y Ketziot, en el sur de Israel.
El proceso ha estado marcado por denuncias de la Cruz Roja sobre presuntos malos tratos a los prisioneros palestinos liberados en la prisión de Ketziot. Según informes, algunos fueron trasladados con las manos esposadas sobre sus cabezas y un brazalete con la inscripción “El pueblo eterno [Israel] no olvida”.
Ante estas acusaciones, el portavoz del Servicio Penitenciario de Israel, Zivan Freidin, defendió la actuación de los guardias y afirmó que los prisioneros representan una amenaza para la seguridad del país.
El acuerdo de intercambio contempla la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de más de mil 900 prisioneros palestinos. Sin embargo, aún permanecen secuestradas más de 65 personas en Gaza, y se estima que muchas han fallecido, cuyos cuerpos se espera sean entregados en una fase posterior del acuerdo.
