Guerra arancelaria pega al empleo en la frontera

Tijuana, BC., La inestabilidad que inició con el segundo mandato de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos y la guerra comercial que desató al imponer aranceles ya tuvo efectos en Baja California, donde se reportan 17 mil empleos menos, entre los perdidos y los no creados por la espera en que se encuentran 10 empresas que decidieron suspender la ampliación de sus plantas, en una entidad donde 28 por ciento de la población económicamente activa (PEA) vive de la manufactura, expuso el secretario de Economía de Baja California, Kurt Honold Morales.

En tanto, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tijuana, Roberto Lyle Fritch, afirmó que las exportaciones han caído 30 por ciento, mientras el titular del Consejo Agrícola de Baja California, Walberto Solorio Meza, reportó que el sector agroindustrial tuvo pérdidas durante los días que estuvieron vigentes los aranceles de 25 por ciento, antes de que el mandatario estadunidense diera un respiro a México.

La relación comercial y turística con el vecino país no sólo impacta a Tijuana, Playas de Rosarito y Mexicali, sino también el sur, donde San Quintín es un centro productor de toda una gama de hortalizas y frutos rojos destinados al mercado estadunidense.

Kurt Honold reconoció que puede que les vaya poquito mal a algunas empresas que trabajan con productos o insumos que vienen de China, porque tendrán que pagar los aranceles correspondientes.

Ahorita estamos trabajando con ellos y buscando un proveedor nacional que los pueda sustituir después de que termine la negociación con Donald Trump.

Mencionó que hay productos sensibles como el aluminio, el acero y los textiles donde hemos visto que se ha enfocado el comercio de Estados Unidos.

El funcionario admitió que 10 empresas aplazaron sus proyectos de ampliación en Baja California. No perdieron interés en venir a México; más bien están en espera en lo que se decide (la imposición de aranceles). No son muchas y otras ya están invirtiendo. Por ejemplo, Toyota y Kenworth siguen con las expansiones que anunciaron y no veo que las vayan a parar.

Aseguró que “mientras más días pasan más nos están diciendo: ‘Oye, necesito ver cómo voy a allegarme energía eléctrica’, ‘necesito un permiso de construcción, ¿con quién lo veo?’”, pues la dependencia que Honold encabeza es el enlace entre los inversionistas inversiones y las autoridades municipales.

La situación es complicada, subrayó Solorio Meza, al revelar que actualmente hay lista de espera de jornaleros para trabajar en los campos, algo que no ocurría hace muchos años. Esto es más relacionado por la disminución de la superficie, pero el sector también enfrenta retos como la paridad cambiaria –aunque ya se estabilizó en alrededor de 20 pesos– y el salario mínimo, que subió de 180 a 420 pesos en apenas unos años.

Señaló que no se ha requerido la cantidad de mano de obra de otros años y que todas las empresas encuestadas por el Consejo Agrícola de Baja California reportaron que hay lista de espera para ser contratados, a diferencia del pasado, cuando tenían que ofrecer atractivos para que aceptaran trabajar.

Solorio Meza consideró que el problema en el sector agroindustrial, además de los aranceles, es una disminución en la superficie trabajada, el incremento del salario mínimo de 180 a 420 pesos de 2018, además de la paridad cambiaria.

Lyle Fritch, quien acaba de asumir la presidencia del CCE en Tijuana, dio a conocer que integrantes de los 17 organismos que integran el consejo expusieron las complicaciones que enfrentan, y el caso más revelador fue el de la Cámara Nacional del Transporte de Carga (Canacar), que reportó una caída de las exportaciones de 30 por ciento.

Explicó que este sector es un verdadero termómetro del comercio exterior porque es el que realiza la mayoría de las exportaciones a Estados Unidos.

El empresario mencionó que desde hace dos años se ha resentido una desaceleración de Estados Unidos hacia México, con lo que comenzó a reducirse la generación de empleos, y como consecuencia la industria de exportación reportó que las empresas pararon las inversiones planeadas para cinco años hasta tener un panorama claro sobre los aranceles. Hace un año había 40 mil fuentes de trabajo vacantes y ahora no existen, apuntó.

El director de Empleo Nuevo, Noé Morales, precisó que se han perdido 17 mil plazas ante la incertidumbre generada por el tema de los aranceles, aunque confió en que con el mensaje claro que dio Trump habrá estabilidad.