Gobernadores de Morena manifestaron su respaldo al mandatario de Sinaloa Rubén Rocha Moya después de que, acusaron, ha sido víctima de “mentiras y estigmatización” por señalamientos que lo vinculan con “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa detenido en Estados Unidos.
A través de un comunicado conjunto, los gobernadores del guinda acusaron que Rocha Moya ha sido víctima de “falsos señalamientos realizados supuestamente por el señor Ismael Zambada García a través de su defensa legal que pretenden vincular sin éxito al gobernador Rocha con esta persona detenida el pasado 25 de julio”.
Sin embargo, los mandatarios estatales afirman que las afirmaciones son un caso de “mentiras y estigmatización” y pidieron que se termine con estos señalamientos, toda vez que, según el comunicado, el gobernador ha destacado por su honestidad y su respeto a la Ley.
“Hacemos un llamado a detener la estigmatización del estado de Sinaloa y de su gente. La historia y grandeza del pueblo sinaloense siempre trascenderán las acciones de unos cuantos”, se lee en el documento.
“Ratificamos nuestra confianza al gobernador Rocha Moya, cuya prioridad y vocación de servicio están más que acreditadas. […] Nuestro compañero se ha caracterizado por su honestidad y respeto irrestricto a la Ley”, se lee.
El documento está firmado por 22 gobernadores de Morena, así como por siete gobernadores electo. También, por Mario Delgado, dirigente nacional de Morena.
El sábado, la defensa de Ismael “El Mayo” Zambada acusó que el líder criminal no se entregó voluntariamente, como lo señaló el abogado del también detenido Joaquín Guzmán López, sino que fue llevado ante las autoridades a partir de engaños.
Así, de acuerdo con la versión del abogado de Zambada García, él había planeado una reunión con el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, así como con Héctor Melesio Cuén, con el objetivo de mediar en un conflicto entre ambos que se ha desarrollado desde hace varios años. Esta reunión habría sido la que derivó en su detención.
Sin embargo, Rocha Moya negó las acusaciones, y dijo que no hay evidencia que lo vincule con Zambada, además de que en el momento de la detención él se encontraba en Los Ángeles.
También, afirmó que no tiene nada que ocultar, y expresó su respeto por Cuén, a pesar de que reconoció que era un adversario político antes de su muerte.
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