“Fiscalía no tiene nada; tenemos cómo defendernos”: esposa de García Luna

Desde el inicio del juicio en contra de Genaro García Luna, su esposa, Cristina Pereyra, llega todas las mañanas de audiencia al edificio de la Corte Federal. Según Imagen Noticias, con Ciro Gómez Leyva, acude acompañada del equipo de abogados defensores a la sala donde se celebra el juicio y se sienta en uno de los extremos de una banca reservada para amigos y  familiares del acusado.

Durante las largas horas de la audiencia, la esposa de García Luna no toma apuntes. Permanece callada, con la vista firme al frente.

Al único que contesta con una sonrisa es a García Luna, quien la saluda con mano derecha al pecho y con un “te amo” dibujado entre labios.

Desde esa posición, desde el extremo de la banca, escucha lo mismo las acusaciones de que  su esposo recibió millones de dólares en sobornos, hasta confesiones de algunos testigos que no tienen empacho en aceptar que mataron a decenas de personas, pero Cristina Pereyra no manifiesta reacción alguna.

Esta vez hizo una excepción. Cristina aceptó hablar con un medio de comunicación, algo que no lo había hecho en años, pero pidió que fuera breve, no más de un café.

Ella confía en César de Castro, el abogado defensor. Lo describe como serio, discreto y asegura que le consulta pocas cosas. Ella se entera en la audiencia de los detalles del juicio, de mociones planteadas por la defensa y de la identidad de los testigos que declaran en contra de su marido.

De García Luna dice que está bien de salud. Explicó que el exsecretario de Seguridad ha tomado cursos de ciencia política dentro del centro de detención. Ahora su contacto con él es más frecuente, luego de más de 2 años de pandemia.

El viernes se reunirá con él y podrán hablar sobre las cuestiones que tienen pendientes como pareja.

Luego de esa visita, Cristina viajará 5 horas en autobús hasta el lugar donde vive, pues en Nueva York solo está de lunes a jueves.

Sobre las acusaciones en contra de su esposo contestó que ellos tienen cómo defenderse. “Ellos no tienen nada”, aseguró en referencia a la fiscalía de Estados Unidos. Y luego retomó las palabras que el abogado César de Castro lanzó en su alegato inicial durante el arranque del juicio.

 

No hay ninguna foto, ningún video, ningún correo electrónico, ningún documento”.
Y de las acusaciones que a ella le hicieron en Estados Unidos y en México prefirió no hablar por el momento.

Todo se irá dando, todo irá pasando”, dijo antes de despedirse. Su café estaba a la mitad.