Estados Unidos retomó la obligatoriedad de las pruebas negativas COVID-19 a los viajeros provenientes de China, luego de que esa nación registrara un rebrote significativo con hasta 37 millones de positivos en un día.
Fuentes del gobierno de Joe Biden adelantaron que a partir de la primera semana del 2023 solicitará nuevamente a los viajeros, especialmente a aquellos procedentes de esta potencia, que presenten una prueba negativa de máximo 48 horas previas al viaje, hecho del que ya instruyó a las aerolíneas ante la preocupación de un aumento de casos.
Reconocieron que la situación en Beijing, que terminó abruptamente con su política cero COVID, representa un riesgo para su territorio, pues es el país con más contagios y muertes desde que comenzó la pandemia de SARS-CoV-2.
Sin embargo, podrían ampliar dichas medidas a todos los viajeros sin importar la nacionalidad o procedencia.
Y es que expertos chinos han reconocido que ante la relajación de medidas que contempla la eliminación de cuarentenas a viajeros y la reducción de medidas sanitarias, eleva el riesgo de contagio, por lo que pronostica que podrían registrarse hasta un millón de nuevos positivos, mientras los hospitales advierten un riesgo de saturación y desborde ante el aumento de ingresos por enfermedades respiratorias que ahora tratan únicamente como infecciones.