Tom Petty fue un clasicista del rock desde el comienzo

NUEVA YORK.

Dada la chaqueta de cuero y mueca que Tom Petty lució en la portada de su álbum debut en 1976, muchos asumieron que era uno de esos punks insolentes decididos a derribar los muros del rock ‘n’ roll. No lo era.

Petty y su banda, The Heartbreakers, no carecían de energía y actitud, pero el chico de Gainesville, Florida, era un clasicista del rock hasta la médula, y creó un cuerpo de trabajo en homenaje a sus héroes de la música.

Ese debut contuvo canciones que pasaron la prueba del tiempo, como la serpenteante Breakdown y American Girl, que recordaba tanto a The Byrds que confundió al líder de esa banda. «¿Cuándo grabé yo eso?», recordó Roger McGuinn que pensó la primera vez que la escuchó.

Apenas una semana antes de su muerte el lunes por la noche tras sufrir un ataque cardiaco, Petty y los Heartbreakers terminaron una triunfal gira por su 40 aniversario en su adoptivo sur de California. Sus composiciones constituyeron una discografía tan fuerte que no pudo incluir todos sus éxitos. The Waiting, Listen to Her Heart, Here Comes My Girl, Refugee, You Got Lucky, Don’t Do Me Like That, Even the Losers, Don’t Come Around Here No More y más, todas favoritas del público.