Chicago es imparable

CIUDAD DE MÉXICO.

Para muchas personas el tiempo y la edad hacen que reconside­ren la forma de que vida que lle­van y, de pronto, pensar en bajar el ritmo, pero éste no es el caso de los integrantes de Chicago, quienes con medio siglo en los escenarios no contemplan en un futuro próximo alejarse de lo que más aman: hacer música.

Con varios proyectos en puer­ta y una gira celebrando sus 50 años de existencia Robert Lamm, Lee Loughnane, James Pankow, Walter Parazaider, Tris Imboden, Keith Howland, Lou Pardini, Walfredo Reyes Jr. y Jeff Coffey se sienten fortalecidos por el paso del tiempo que les ha dado la oportunidad de conver­tirse en una banda estable que se mantiene vigente y trabajan­do gracias a la energía que gene­ran y reciben del público.

“Por alguna razón nues­tra música, aunque hayamos comenzado en los 60, le lle­ga a personas de dife­rentes generaciones. Cada persona que des­cubre nuestra música encuentra algo que le gusta y vienen a vernos, han sucedido cosas que son inevitables como la forma en la que se presenta y se consume la música. En los 60, cuando queríamos lanzar una canción, lo teníamos que hacer a través de la radio después de haber grabado un disco; cuando lanzamos nuestro segundo ál­bum las canciones del primero apenas estaban sonando en las estaciones.

“Pero al final la banda se ha mantenido unida, seguimos via­jando juntos y los cambios los recibimos así, en conjunto, dis­frutamos mucho tocar juntos; y las personas que se han ido su­mando a Chicago con el paso del tiempo, ocupando los lugares que han dejado otros, han forta­lecido el proyecto, y eso siempre suma un nivel de energía y de emoción a lo que hacemos, ade­más de que nos permite conti­nuar en esto”, señaló a Excélsior Lee Loughnane, miembro fun­dador y trompetista de Chicago, desde Savannah, Arizona.

Después de medio siglo y varios reconocimientos en la industria de la música y el en­tretenimiento –la inducción al Salón de la Fama del Rock N’ Roll en 2016 y la develación de la estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, así como Grammys ganados- los vetera­nos de Chicago saben que todo es una cuestión de trabajo duro y balance.

“Con el tiempo hemos tenido mu­chos reconocimien­tos, sin embargo lo que pienso que nos mantiene hacien­do esto es que ama­mos tocar, amamos la música. Practico la trompeta todos los días porque me hace hacer lo que hago de una mejor forma y eso me permite estar en el esce­nario y hacerlo sin errores, me emociona mucho. Amo la pre­paración, las presentaciones, la composición, las grabaciones, así que tengo muchas cosas que hacer todavía.

También el hecho de po­der tener tiempo para nosotros, fuera de la familia profesional que hemos creado, con nues­tras propias familias, es algo que alimenta muchísimo a la banda porque cuando retomamos las giras nos alegramos muchísi­mo de vernos y de pasar el tiem­po juntos en el escenario. Entre más música tenemos, más mú­sica queremos”, agregó.

Y en ese afán por tener más música, Loughnane compartió que a la par que realizan la gira, con la que se presentarán en la Arena Ciudad de México el 9 de septiembre, también trabajan en el relanzamiento de Chicago, su segundo disco editado en 1970 y el cual es considerado como el que los catapultó al estrellato.

El plan, de acuerdo con el trompetista, es que este mate­rial ayude a que el álbum llegue al Salón de la Fama del Grammy y sea el pretexto perfecto para volverlo a tocar frente al público en su totalidad.

“Estamos tratando de llevar nuestro segundo disco al Salón de la Fama del Grammy, y para promoverlo Warner va a relan­zarlo. Al mismo tiempo nosotros estamos ensayándolo, ya es­tamos trabajando 25 or 6 to 4 y Wake Up Sunshine, vamos a re­aprendérnoslo y a tocarlo frente al público, va a ser muy diverti­do; vamos a filmar todo lo que hagamos respecto a este traba­jo”, dijo.

Pero antes de que este plan se concrete la banda visitará la Ciudad de México para reen­contrarse con sus seguidores a quienes les tiene preparado un recorrido musical por su historia que inició en 1967.

“Es increíble que vaya­mos otra vez. Cada vez que vamos a México disfrutamos muchísimo porque el públi­co es muy receptivo. Vamos a tocar la música que tenemos desde nuestro primer disco hasta ahora.

“Lo que intentamos es ser mejores cada vez, hacer que nuestras canciones suenen igual de bien que cuando la gente las conoció. Disfrutamos presen­tarnos frente a la gente, ellos dis­frutan de igual forma vernos, así que no hay ninguna razón para nosotros bajar el ritmo que trae­mos… no lo vemos como algo que suceda pronto, así que no se preocupen”, concluyó.