Preocupa presencia de pez diablo

La comunidad pesquera de Cajeme manifestó preocupación ante el excesivo crecimiento de la población de pez diablo en la laguna del Náinari.

Óscar Leyva Meneses, pescador de una cooperativa de la presa del Oviáchic, informó que por la resistencia del pez se deben realizar procedimientos determinantes para evitar su proliferación.

De llegar a otros cuerpos de agua que desembocan en la presa, advirtió, la reproducción de otras especies como tilapia, lobina, bagre y carpa se vería comprometida, lo que sería un gran impacto para su actividad.

«Si llega a caer a la presa y se reproduce en la magnitud de la laguna, nos quedaríamos sin trabajo porque cortaría la reproducción de las especies que nosotros pescamos, aparte que nos dañaría los equipos de pesca por la dureza de su piel y el tipo de espinas que tiene», resaltó.

Con cualquier plan de exterminación de este pez, dijo, no se podrá salvar en su totalidad a los demás peces que viven en las aguas por el trabajo que implica, aunque es algo que se tiene que realizar antes de que se salga de control.

Especie peligrosa

Aunque aún no hay presencia de pez diablo en otros sitios, es un gran riesgo que pudiera llegar a los canales, pues estos desembocan en la presa y podrían modificar todo el ecosistema por no ser propios de esta región, indicó el biólogo José Alfredo Baena Catalán.

Expresó que el pez diablo es catalogado por organizaciones y dependencias como una de las especies de mayor peligro para la biodiversidad por el impacto que ha tenido en el Sureste del País y en el área de la presa El Infiernillo de Guerrero y Michoacán, donde se apoderó completamente del ecosistema.

«Aquí tenemos una ventaja, porque por la altura de la presa es difícil que suba en caso de moverse a canales, pero no es imposible y aunque no se tiene registro de la presencia en otros lugares, pudiera pasar como en la laguna y sería muy riesgoso», puntualizó.