“Benjamín Cann se enamoró a primera vista de la tv y el cine; el teatro es su área favorita”

Benjamín Cann, quien se define como inventor de vidas ajenas, fue reconocido por una trayectoria de más de cuatro décadas, al terminar una función de la obra La ternura, la cual dirige y tiene temporada en el Nuevo Teatro Libanés.

Durante la entrega del reconocimiento, la noche del viernes, encabezada por el productor Morris Gilbert, se sumaron los actores María Rojo, Karina Gidi, Paulina Goto y Emmanuel Palomares, además del elenco de la obra, quienes hablaron sobre la pasión, disciplina y genialidad del director homenajeado.

Gilbert leyó: “la compañía agradece tu entrega, talento y experiencia por hacer de esta obra una maravilla escénica. Gracias y felicidades, Beni, por tu amor y tu trabajo”.

Luego de una ovación, Cann expresó: siempre quise estar arriba de un escenario desde hace muchos años. Es padrísimo; es lo más emocionante que sucede en nuestra carrera, sin duda, pararse en un escenario, ver que el público se divierte y escucharlo que aplaude de esa manera.

En la sala, se escuchó una semblanza de Benjamín Cann, nacido el 9 de agosto de 1953. Se dijo: ha creado cientos de mundos poblados por miles de personajes teatrales, cinematográficos y televisivos. Siempre supo que quería dedicarse toda su vida a esta actividad, desde que asistió, a sus nueve años, con su tío abuelo a un espectáculo en el hoy desaparecido Teatro Blanquita, donde conoció a la extraordinaria María Victoria y a José Alfredo Jiménez.

Su inclinación por entender la vida y a las personas, lo puso a estudiar sicología cinco semestres; luego probó la carrera de administración de empresas y, finalmente, aceptó lo que realmente le llenaba el corazón y comenzó su formación en la carrera de comunicación en la Universidad Iberoamericana.

En esa instancia académica, continúo la voz en off, “se enamoró a primera vista de la televisión y el cine, aunque el teatro lo conservó como su área favorita. En 1984, filmó su ópera prima De muerte natural/ Las asesinas del panadero”. Desde entonces, su camino profesional ha sido en diversas instituciones en las que dirigió documentales, programas; hizo guiones, entre infinidad de trabajos culturales.

 

En televisión, su presencia ha sido permanente y se le recuerda en títulos como El pecado de Oyuki, Rubí, Morir para vivir, Buscando el paraíso, La sombra del otro, SOS, La fuerza del destino, Por ella soy Eva, Qué pobres tan ricos, Sexo y otros secretos, así como la tetralogía de Vencer, que recientemente transmitió Vencer el desamor.

En teatro, algunas de las obras son Una pareja abierta, muy abierta; Rita/ Julia, y en 1991 dirigió la producción de Morris Gilbert Muertos de la risa, soplando velas en el infierno o por qué no te arreglas ese diente, además de Él y sus mujeres, dos años después. También se recordó que dirigió a María Félix en María y sus ciudades, además de que ha trabajado con grandes actores como Silvia Pinal, Verónica Castro y Daniela Romo.

María Rojo expresó: “¡qué noche de teatro!, ¡qué placer volver a reír tanto, disfrutar tanto! Estoy aquí para que sean testigos de cómo lo quiero, admiro y cómo le agradezco esa Crónica de un desayuno”que llevo en el alma y le suplico, casi hincada, que la restaure. Éste es un muy merecido homenaje para Beni”.

Karina Gidi recordó cuando hizo El tiempo se detiene. Destacó: “trabajar contigo fue lo mejor que me pasó ese año. Eres una persona tan culta y divertida a la vez, lo cual es una combinación insólita, es un lujo y agasajo. En esta obra La ternura, el elenco es perfecto y echas al vuelo tu imaginación y capacidad para jugar que te hacen siempre joven”.

El elenco de La ternura lo integran Mónica Dionne, Alejandro Calva, Carla Medina, Arap Bethke, Pierre Louis y Luisa Guzmán Quintero, quienes dan vida a personajes que expresan sus emociones de manera descarnada y son extremos en sus pasiones. La vida, para ellos, no es algo que se pueda desaprovechar, ha señalado el autor de la obra Alfredo Sanzol.

La ternura es una comedia romántica de aventuras, en la que se aborda el tema de que no se puede proteger a nadie del daño que produce el amor. Si se quiere amar hay que arriesgarse a sufrir; pero tampoco los padres pueden proteger a sus hijos del sufrimiento en la vida.

Esta comedia de princesas y leñadores, que dura 100 minutos, tiene temporada en el Nuevo Teatro Libanés con funciones los viernes 19 y 21:30 horas; sábados, 18 y 20:30, y domingo 17 y 19 horas.