La selección de Argentina rompió una sequía de más de 30 años sin ganar la Copa del Mundo y derrotó a Francia en penaltis 4-2 (3-3 tras tiempos extras) para consagrarse campeón de Qatar 2022. Desde los 11 metros, Gonzalo Montiel marcó el penalti definitivo en una tanda donde Emiliano Martínez fue de nuevo figura con un tiro atajado de los dos que falló el conjunto galo.
El conjunto albiceleste tuvo su revancha luego de ser subcampeón en Italia 1990 y en Brasil 2014. El último de ellos con Lionel Messi, quien tras cuatro mundiales disputados por fin pudo levantar el trofeo que le faltaba a su carrera.
Desde los primeros minutos, el cuadro sudamericano salió a buscar el partido, teniendo en el ataque a Ángel Di María, quien fue la principal vía de acceso por el lado izquierdo, poniendo en apuros en más de una ocasión a la escuadra gala que no se encontraba en la cancha.
Como consecuencia del mejor y más decidido juego argentino, el árbitro marcó como penalti un empujón de Ousmane Dembélé sobre el jugador de la Juventus. Pese a la polémica, el silbante se mantuvo en su decisión y Messi hizo un cobro engañando a Hugo Lloris para abrir el marcador.
El dominio albiceleste se incrementó aún más, recuperando la pelota en el medio campo y mejor control de la pelota. Y en esa serie de toques, llegó el 2-0, al 36’, en una jugada que inició el mismo Leo, quien dio pase a Alexis McAllister que desestabilizó a la defensa y que terminó en asistencia a segundo poste para que Di María sellara.
Pero Francia, que no hizo un disparo directo a la portería en todo el primer tiempo, llegó al complemento con la obligación de irse al frente. En un principio se encontró con una escalonada y ordenada zaga argentina y apenas tuvo un tiro aislado de Kylian Mbappé, al 67’.
Sólo le bastaron al cuadro de los Bleus tres minutos para reaccionar. Primero se encontró con el descuento al 79’, con otro penalti que la estrella del PSG definió a pesar de la estirada de Emiliano Martínez. Y dos minutos más tarde, el 2-2, con el mismo delantero en error de la defensa.
Los dos cuadros sufrieron las consecuencias del desgaste físico en el tiempo extra. Pero en los últimos instantes del primer suplementario, Lautaro Martínez pudo definir en un disparo descompuesto que resolvió la defensa rival.
Fue, hasta el 109’, que llegó el 3-2 esperado por los albicelestes en un remate dentro del área de Messi que rebasó la línea pese a que la defensa sacó la pelota de la portería. Pero de nuevo el cuadro europeo se levantó, con una mano dentro del área de Montiel, que de nuevo Mbappé hizo efectivo en el cobro, al 118’. Argentina y Messi por fin alcanzaron la gloria juntos.