Carlos Rivera se encuentra en el centro de una controversia tras negarse a cantar en la boda de una pareja que se celebró en su propio hotel, Casa Huamantla, en Tlaxcala. La novia, Jovina Morteo, relató en una transmisión en vivo que había solicitado a la oficina de Rivera una cotización para que interpretara “Que lo nuestro se quede nuestro” como vals durante su ceremonia.
De acuerdo con el testimonio de la joven, el equipo del cantante respondió que no realizaba presentaciones de una sola canción y que el mínimo era una hora. A pesar de aceptar las condiciones, la pareja no obtuvo respuesta positiva. Posteriormente, descubrieron que Carlos Rivera sí había cantado en una boda heterosexual en el mismo lugar, lo que generó críticas hacia él por presunta homofobia.
Acusan a Carlos Rivera de homofobia tras rechazar cantar en la boda de dos mujeres
La polémica se intensificó cuando un trabajador de Casa Huamantla confirmó que el cantante se negó a participar en la boda de Jovina Morteo para evitar ser asociado con eventos LGBTQ+, lo que fue interpretado como una postura discriminatoria. Este incidente ha generado debate sobre la postura de Carlos Rivera respecto a la comunidad LGBTQ+ y su disposición a apoyar eventos de este tipo.
Por otro lado, Carlos Rivera ha sido reconocido por su apoyo a causas sociales y su participación en eventos inclusivos. En ocasiones anteriores, ha sorprendido a parejas de novios al cantar en sus bodas, como en el caso de una pareja en Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde interpretó “Otras vidas” durante su primer baile como esposos.
Este contraste entre su apoyo previo a eventos inclusivos y la negativa en este caso específico ha generado cuestionamientos sobre sus criterios para participar en bodas y su postura frente a la comunidad LGBTQ+. La situación continúa siendo un tema de debate en redes sociales y medios de comunicación.
Casa Huamantla, hotel propiedad de Carlos Rivera
Casa Huamantla es una mansión histórica ubicada en el centro de Huamantla, Tlaxcala, que fue adquirida y restaurada por Carlos Rivera y su esposa Cynthia Rodríguez. Construida en el siglo XVIII, la propiedad ha sido testigo de momentos significativos en la historia de México, como la estancia del emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota en 1866.