Viviana Salgado, la mujer que fue acusada por supuestamente arrojar unas aspas de lavadora a vías del Metro de la Ciudad de México (CDMX) y luego absuelta al no encontrar pruebas al respecto, presenta secuelas familiares, económicas, sociales y de salud.
Tras la acusación que se le hizo y el tiempo que estuvo presa, Viviana exige la reparación del daño psicosocial y económico, así como una disculpa pública por autoridades del Gobierno de la Ciudad de México.
Por todos los problemas que ahora dice que presenta, la usuaria pidió a la Comisión de Derechos Humanos local investigar el abuso y violación de sus garantías.
Enfrentar a las instituciones en desventaja y con las falsas acusaciones que me hicieron me dejó un estrés postraumático que, a su vez, derivó en una complicación de mi estado de salud por hipertensión arterial, la cual, muy posiblemente ya es un padecimiento crónico”, aseveró.
Destacó que el papel de la Fiscalía fue más allá de una acusación y con elementos falsos pretendió dejarla en prisión para justificar los supuestos actos de sabotaje de que es objeto el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Al Metro ya no nos vamos a subir, tenemos miedo, nos dejaron como delincuentes, a mi familia y a mí, como los peores, ahora resulta que soy la delincuente número uno, y todo por ser pobre, por eso me mandaron a la cárcel, se ensañaron conmigo, fui su experimento en todos los problemas que tiene el Metro”, enfatizó.
Viviana perdió su empleo, tras acusación de sabotaje al Metro
El abogado Teófilo Benítez, asesor jurídico de Viviana Salgado, aseguró que tras las acusaciones de la Fiscalía,, sin sustento, la mujer perdió su empleo, es motivo de estigma social y sus dos hijos fueron despedidos de su trabajo, lo cual dificulta aún más su situación familiar.
El penalista pidió a Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, asumir su función de proteger a las mujeres y a las víctimas del abuso del poder y no encubrir por cuestiones ideológicas o políticas a quienes ejercen esa violencia so pretexto de aplicar la ley.
Por esa situación mi familia y yo ya no queremos usar el Metro, porque me dejaron muy dañada con ese problema que me acusan de haber saboteado el Metro y estoy muy dañada, soy una persona sin estudios y a lo mejor el gobierno se aprovecha de mi capacidad de estudios, que no sé cómo defenderme ante ellos, una mujer humilde que no tiene estudios, no se me mis derechos humanos, que como mujer me valgo mucho, como ama de casa”, expuso Viviana Salgado.