El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que un nuevo acuerdo con Canadá es posible, pero subrayó que los aranceles tienen que desempeñar un papel, una postura a la que el Gobierno de su vecino del norte se opone firmemente.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, que ganó las elecciones de abril gracias a la promesa de luchar contra los aranceles de Trump, está impulsando lo que denomina una nueva relación económica y de seguridad con Estados Unidos.
“Yo tengo un concepto de aranceles. Mark tiene un concepto diferente (…) vamos a ver si podemos llegar al fondo del asunto… Soy una persona de aranceles”, dijo Trump al reunirse con Carney al margen de una cumbre del G7 en Alberta.
Al ser consultado sobre si es posible alcanzar un acuerdo en cuestión de semanas, Trump respondió: “Sí, es alcanzable”.
Carney dijo la semana pasada que ambos países estaban en intensas negociaciones sobre los aranceles y que Canadá estaba preparando represalias si esas negociaciones no prosperaban.
El optimismo de que un acuerdo pudiera cerrarse rápidamente se ha desvanecido en los últimos 10 días, con funcionarios canadienses diciendo en privado que Estados Unidos no parece tener prisa.
“Estamos en medio de una discusión, no al final de la discusión. Nuestra posición es que no debería haber aranceles a las exportaciones canadienses a Estados Unidos”, declaró Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Washington.
“Seguiremos hablando hasta que encontremos un acuerdo que sea el mejor que podamos lograr para Canadá”, dijo a periodistas después de que Carney se reuniera con Trump.
