La vida le cambió en un instante, dejó la calle, se descubrió un hombre nuevo y volvió al cariño de un hogar al lado de su hija, después de 22 años de no verla; Raúl dejó de vivir a la sombra de los árboles, bajo las inclemencias del clima y regresó como un hombre nuevo al abrazo de su familia.
La vocación institucional de servicio a los demás del sistema DIF Navojoa y el compromiso y la decisión de favorecer a los que nunca han tenido, que define el hacer del equipo que encabeza la señora Carmen Araiza de Martinez, se sumaron en un solo corazón aquella hora en la que todo cambio para él, para los vecinos que le buscaron ayuda llamando al DIF, para el personal que atendió el llamado y se hizo cargo, para la hija que fue contactada en Tijuana, incluso para el propio barbero que descubrió su nueva cara -que por cierto, fue el propio subprocurador de la defensa del adulto mayor, Lic. Jesús Aurelio Gómez- y claro para todos aquellos que en el proceso del rescate de esta situación de calle descubrieron a un Raúl nuevo que valientemente le dijo que sí con fe y valor a esta nueva oportunidad de ser y de vivir diferente.
La vida de Raúl es ahora contada con honesta satisfacción, del lado de los logros y signo de una forma de trabajar que va por los que nunca antes se había ido, así Navojoa si es tan grande como su gente.